Este 3 de Marzo es el Día Internacional de la Audición para crear conciencia sobre cómo prevenir la sordera y promover el cuidado de los oídos .
Hugo tiene 26 años y es sonidero. La cumbia, la guaracha, el regetón y el reventón lo lleva en la sangre pues a su padre le debe el nombre y el oficio, por lo que creció correteándose con sus dos hermanos entre enormes bocinas que eran colocadas todos los fines de semana en bautizos, bodas y quince años.
Entre semana el gusto de su padre por los altos decibeles (dB) hacía que todas las tardes de lunes a viernes, escucharan música a tan alto volumen que los vecinos tocaban su puerta para pedirles que apagaran sus bocinas.
Como cualquier joven de esta generación también usa audífonos de esos que dice son “perrones” porque son un chícharo que se introduce en los oídos y conecta mediante red inalámbrica, el famoso Bluetooth, a su celular y se olvida del mundo, no escucha ni un solo sonido del exterior.
Hugo no cree que antes de que cumpla los 30 años, pueda ser candidato a usar un aparato auditivo y cuando la otorrinolaringóloga Coral Patricia García Serrano, le explica que una persona no debe escuchar música por arriba de los 65 dB, pero resulta que Hugo la escucha arriba de los 130 db, algo comparado con el ruido que hace un motor de avión despegando, sino es que llega hasto los 140 db tocando que de acuerdo con la OMS es el umbral del dolor. Esto explica porque los sonideros ya no detectan la distorsión musical.
El paciente fue referido a consulta de especialidad en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) luego que su médico general detectó que frecuentemente le contestaba ¿Qué dice?, ¿Me puede repetir? ¿Hable más fuerte?, además de que constantemente lo atendía por dolores de cabeza y zubidos en el oído, por ello le sugirió que le realizaran una audiometría.
García Serrano le explicó a su paciente que 10 de cada 100 personas están experimentado malestar auditivo, y que antes los pacientes que atendía todos sobrepasaban los 65 años cuando el degeneración auditiva es normal por la edad, pero ahora tiene pacientes que han perdido la capacidad de escuchar desde los 40 años.
La especialista continuó aconsejando a Hugo quien acudió a la consulta con su esposa y a su bebé de un año quien era entretenido con un celular, refiriéndole a la pareja que el celular antes de los dos años daño el desarrollo auditivo y por eso cada vez es más común que atienda a niños y adolescentes.
Añadió que una persona puede hablar a través del celular no más de 30 minutos al día, para no dañar órgano de corti y evitar perder el sentido del oído de manera irreversible. La doctora concluyó la consulta pidiéndoles que la información la compartan con sus familiares y amigos.