La aguja y el hilo se han convertido en sus principales armas para alzar la voz en contra del genocidio en Palestina, las desapariciones forzadas en México y la violencia hacia el gremio periodístico, tanto nacional como mundial.
Así, sus puntadas son gritos de indignación y rabia, pero también de solidaridad y una valiente preocupación por hacer visible aquello que la mayoría de la gente quiere ignorar.
Es Rosa Borrás Canadell, artista plástica formada como diseñadora gráfica en las Escuelas de Bellas Artes de la Ciudad de México, cuyo legado abarca distintas manifestaciones culturales como pintura, grabado o ilustración.
Gestora cultural y feminista, Rosa ha pasado sus últimos 19 años de vida asentada en el estado de Puebla, en donde fundó el colectivo Bordados por la paz, siendo su primer diseño en dicha agrupación una cobija sobre el incendio en la Guardaría ABC.
A partir de ese momento, Borrás Canadell se ha erigido como una de las creadoras más punzantes y combativas de la entidad poblana, que no admite tibiezas ni en su arte ni en la forma de vivir sus convicciones.
En entrevista para Urbano Puebla, Rosa recordó que los textos de ciencia ficción que leyó en su juventud, escritos por Isaac Asimov, Ray Brasbury o Aldous Huxley, alimentaron parte de sus primeras obras: unos ilustraciones conformadas por seres azules insertos en escenas cotidianas como viajar en metro.
«Yo era muy azotada, como que la adolescencia me pegó duro y me tardó bastante tiempo, entonces, tuve una serie de dibujos que hice con acuarela y lápices de color de unos hombres azules. Eran más bien unas figuras asexuadas, pero tenían la piel azul. Yo quería ser azul mucho antes de que saliera esta película de fantasía (Avatar)», manifestó.
A pesar de dibujar desde la edad de 18 años, su primera exposición profesional individual tuvo lugar en el 2000, cuando vivía en otra demarcación.
Explicó que el arte plástico lo conforman todas aquellas manifestaciones que son bidimensionales y dijo que su consciencia política obedece a la historia de su familia materna, exiliada con motivo de la Guerra Civil española.
En alguna etapa de su vida, se concentró en la creación de autorretratos, los cuales estaban ubicados en espacios distópicos, una de sus temáticas predilectas.
Por lo que respecta a su vena feminista y social, expresó que se fue desarrollando a lo largo de su trayectoria, cuando se percató del impacto de sus trabajos en el espacio público.
Relató que en 2009 hizo una pieza participativa en el Zócalo de Puebla para las y los integrantes del colectivo Ddser, alusiva al 25 de noviembre, es decir, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Dicha pieza se llamaba «Te has mirado el sexo» y tenía que ver con el derecho de las mujeres de poder disfrutar de su propio cuerpo, la cual fue hecha con cinco paneles que representaban el mismo número de mujeres. En cada panel había escrito un poema erótico realizado por una autora distinta.
Asimismo, llevaba copias en acetatos de la pubis de la creadora, que pegó en un espejo, el cual fue colocado a la altura de lo que representaba el sexo.
«Entonces, invitaba a las chicas a que se pusieran con las piernas abiertas sobre el espejo en una acción simbólica de mirarnos y de reconocernos a nosotras mismas, eso fue en el 2009 y ahí fue cuando empecé a leer más sobre feminismo y a darme cuenta que sí era feminista, pero no me había asumido como tal», acotó.
Las reacciones encontradas que generó la pieza en cuestión, sobre todo, la de un joven lleno de enojo que rompió el espejo, le hizo descubrir el poder transformador del arte.
Rosa Borrás Canadell subrayó que el bordado es una plataforma que genera un vínculo afectivo con la audiencia, porque el textil le recuerda a la gente los tejidos de sus abuelitas o tías.
Aseguró que para bordar lo único que se necesita son ganas y práctica, así como la acción de querer participar en creaciones colectivas.
En otro orden de ideas, la artista expresó su preocupación por las dos subsecretarías de Cultura que se pondrán en marcha con el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, pues señaló que Aurelio Leonor, líder vitalicio del Barrio del Artista, podría cerrar paso a artistas contemporáneos y populares.
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