En la granja “La Esperanza” los burros no conocen de trabajo, solo se dedican a ser felices, sostuvo la propietaria del predio, Judith García.
“La Esperanza”, granja asentada en la comunidad de San Miguel del Peñón en Españita, Tlaxcala, creó un santuario para cuidar y proteger a los burros en peligro de extinción.
El espacio cuenta con 250 ejemplares; 48 de ellos son crías y están bajo el resguardo de una familia que inició este proyecto hace tres años. El objetivo primordial es preservar esta especie.
Tan solo este año 70 burritos nacieron en este lugar.
De la misma manera, se han puesto en adopción algunos animales. Esta especie puede vivir hasta 50 años y alcanzar un peso de hasta 250 kilos.
En la granja los burros no conocen de trabajo, solo se dedican a ser felices, sostuvo la propietaria del predio Judith García, quien se encarga de atender y preservar la calidad de esos animales mestizos entre hembras, sementales y crías.
El mayor número de ejemplares en el país se ubica en el municipio de Españita, un lugar que se ha ganado el reconocimiento por la adquisición de burros que fueron maltratados y que al momento de su llegada fueron revisados y puestos en cuarentena para después integrarse al grupo.
El burro es un animal en peligro de extinción debido a la explotación de la grasa de su piel para la elaboración de medicinas en países como China.
En contraste, la granja “La Esperanza”, únicamente vende la leche de burra y elaboran jabones cuyo ingrediente principal es la leche, misma que es altamente nutritiva.
La especie dócil puede remolcar hasta dos toneladas según su edad, pero los ejemplares de esa granja no son utilizados para el trabajo rudo como sí ocurre en otros puntos de la entidad dónde todavía cuentan con esa especie.