Guillermo Obando Corrales, integrante de la Red Universitaria y Ciudadana por la Democracia (RUCD, reitera el llamado a la paz y el diálogo en Nicaragua, y a repensar el socialismo del siglo pasado y sus resultados. 

«Es urgente la reformulación de los objetivos y términos del socialismo, la democracia y el liberalismo», señaló Guillermo Obando Corrales, un estudiante nicaragüense que participó como observador internacional en Tlaxcala durante el proceso electoral del 1 de julio.

 Miembro de la Red Universitaria y Ciudadana por la Democracia (RUCD), nos cuenta sobre el conflicto social en Nicaragua y el llamado al diálogo y la paz.

 El M19, movimiento estudiantil que lleva el nombre por la fecha en la que se levantaron contra el presidente Daniel Ortega, está encabezado por mujeres y hombres universitarios, estudiantes que, como dice Obando Corrales, vuelven a oxigenar la lucha contra los “modelos políticos desvirtuados”.

 Daniel Ortega derrocó al gobierno autoritario de Anastasio Somoza bajo las siglas del socialismo que creció a mediados del siglo XX en América Latina.

 Guillermo proviene de ese país de Latinoamérica que, en estos momentos, atraviesa por una de las más grandes protestas sociales contra los recortes para la seguridad social que decretó el presidente Daniel Ortega.

 Contabiliza, además, más de 300 estudiantes y civiles asesinados durante las protestas, mientras que en el territorio nicaragüense el gobierno han desplegado grupos paramilitares que buscan desarticular la movilización.

 “No queremos ideologías trasnochadas, no queremos un falso socialismo. Queremos tener un país más moderno en el respeto y acceso a los derechos humanos y un país con una visión de futuro, y no una visión trasnochada de movimientos políticos que han sido desvirtuados, queremos igualdad para todos, ricos y pobres”, dice tajante en entrevista.

 Tiene referencia del movimiento #YoSoy132 y concibe a las juventudes como los “nuevos sujetos históricos” que ha indicado la necesidad de un cambio de rumbo de las políticas tradicionales, de izquierdas y derechas.

 “Los jóvenes desde siempre, desde que comenzaron a crearse en Latinoamérica estas revoluciones contra las dictaduras, han tenido un papel fundamental, y cuando hablo de jóvenes quiero referirme a los estudiantes, a esos individuos que con su valentía, su sacrificio e intelectualidad han dejado ver en todo el continente que su decisión está encaminada hacia un cambio constante y moderno, tomando esta palabra desde el punto de vista del desarrollo de los derechos humanos, desde el acceso de la población a todas las garantías”.

 Son ellos los que han encabezado las movilizaciones en el país del sur, críticas contra el gobierno de Daniel Ortega que suma tres decenas bajo la bandera sandinista. Son también los que han llamado al diálogo y la paz.

 “La importancia de los jóvenes en América Latina es que son el futuro de la nación, del continente y de la región, que mediante su apoyo podemos destacar la presencia de líderes que en el futuro erradiquen la presencia de los individuos que se han creído históricamente los elegidos para ocupar el poder y que lo han mantenido a costa de la voluntad de un pueblo”.

 Por último, sobre los jóvenes en México “han mantenido una postura crítica contra su propio sistema y contra sus propios gobiernos, por lo que estamos viendo que puede iniciarse una nueva etapa para este país que podría ser un ejemplo para Latinoamérica, pero eso se logra solo con el respeto a la voluntad y el respaldo al proceso democratizador”.

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