En el corazón del histórico barrio de Analco, donde las tradiciones siguen respirando entre sus calles y cada oficio cuenta una historia, se encuentra el Horno La Conchita, un pequeño pero significativo espacio que mantiene viva la herencia panadera de la zona. Aunque hoy en día el barrio conserva únicamente cinco hornos tradicionales de los trece que alguna vez dieron identidad al lugar, el espíritu artesanal continúa latiendo con fuerza en este horno familiar, donde el trabajo se realiza con la dedicación y el cuidado que exige un legado transmitido de generación en generación.

El panadero Gabriel Lima Salazar es heredero de una larga línea de panaderos originarios de Analco, conocidos por su maestría en los hornos de piso. Aunque actualmente él no cuenta con uno de estos hornos tradicionales, su labor honra ese legado en cada pieza de pan que elabora. La técnica, el ritmo, la paciencia y la sensibilidad con la masa se mantienen intactos; son saberes que no se aprenden de un día para otro, sino que se heredan como un tesoro familiar. A su lado, su esposa Brenda Rosas López y su sobrina participan activamente en el proceso, formando un equipo que refleja la calidez y la unión que caracterizan a las familias panaderas de antaño.
Durante todo el año, La Conchita se distingue por sus cemitas artesanales, elaboradas completamente a mano, con el sabor y la textura que han hecho de este pan un emblema poblano. Sin embargo, es en la temporada de Día de Muertos cuando el horno cobra un brillo especial. El ambiente se llena de aromas dulces y especiados que anuncian la llegada de las esperadas hojaldras, una tradición que en Puebla no solo se disfruta, sino que se celebra. En La Conchita, estas hojaldras se elaboran con un cuidado minucioso: masa suave, toques de mantequilla, un dorado perfecto y ese sabor que evoca familia, memoria y fiesta.

Este horno, ubicado en la 7 Oriente 1206, en el Barrio de Analco, se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan un pan que conserve el espíritu de lo artesanal. Aquí no hay producción en masa ni velocidad industrial; cada pieza lleva tiempo, dedicación y la intención de ofrecer un producto honesto, hecho con manos que aman su oficio.
Para hacer pedidos, ya sea de las tradicionales cemitas o de las hojaldras de temporada, La Conchita pone a disposición su página de Facebook: “Horno Conchita”, así como el número 222 253 44086, donde brindan atención cálida y cercana, tal como dicta la tradición de la panadería poblana.
En una época donde lo artesanal se valora como un patrimonio vivo, El Horno La Conchita destaca como un espacio que celebra la memoria y el sabor de Analco. Su pan no solo alimenta: cuenta una historia. Y cada bocado es un homenaje a ese linaje de panaderos que, con manos firmes y corazón alegre, siguen manteniendo encendida la flama de una herencia que Puebla nunca debe olvidar.

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