Luego de permanecer varados por dos días consecutivos en las 5 carreteras de los estados de Puebla y Tlaxcala tomadas por ejidatarios, los pasajeros, transportistas y automovilistas han tratado de convencer a los manifestantes para reabrirlas, ante la falta de presencia de autoridades. Pero, también han hecho de todo para huir del caos, ante la incertidumbre de que esta protesta continúe.
Este miércoles, luego de pasar la noche en medio de la carretera, las personas víctimas de los bloqueos comenzaron a bajarse de las unidades de transporte de pasajeros para continuar su trayecto a pie. La diáspora comenzó en la autopista México-Puebla con sentido a la capital poblana, donde se vio, sobre todo, a varones cargar mochilas y maletas.
Ante el gran número de personas que comenzaron a caminar a la altura del kilómetro 70+400, elementos de la Guardia Nacional se acercaron para subirlas a camionetas con batea y patrullas, para acercarlas a la caseta más próxima o poblado.
Otros automovilistas y transportistas se aproximaron con sus unidades para tratar de pasar, lo que también sucedió en el bloqueo de Tlahuapan, tensando la situación pues el hombre a bordo de una camioneta pudo atropellar a algunos de los manifestantes.
En esta misma autopista, fueron retirados el muro de contención y las mallas lo que permitió el retorno de una camioneta particular, otras unidades compactas y un autobús de la línea ADO. Todos regresaron hacia la Ciudad de México con niños, mujeres y personas de la tercera edad. Minutos después llegaron al lugar trabajadores de Caminos y Puentes Federales (Capufe) que volvieron a colocar el muro y la malla.
En Apizaco, donde se encuentra otro bloqueo sobre la carretera México-Veracruz, un trailero intentó cruzar para retornar, pero cayó a la cuneta y se quedó atorado por lo que hubo necesidad de movilizar una grúa para moverlo.
Cabe mencionar que, además de estos cierres que se han prolongado por días consecutivos, también hay bloqueos en otras tres carreteras: la federal México-Puebla, la autopista Arco Norte y la autopista Tlaxco-Tejocotal.
En todos estos puntos hay personas enfermas, algunas con Cáncer que tenían una cita médica en la Ciudad de México, la que perdieron; también sufren de hambre o frío, y los comercios de la zona han triplicado los precios afectando más a las víctimas de las protestas.
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