Dos días después de las protestas de maestros y sindicalizados contra las reformas a la prestación del servicio médico, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) ha emitido un comunicado conminando a las partes en «conflicto» al diálogo para llegar a acuerdos.
Sin mencionar el uso de gas lacrimógeno para disolver la protesta el día de ayer a la altura del estadio Tlahuicole, ni mencionar el desalojo violento del zócalo capitalino la madrugada del miércoles, la CEDH sólo menciona el derecho a las protestas sociales como un derecho humano y de acceso a la democracia.
«Se enfatiza la importancia de que las autoridades estatales, los trabajadores y las organizaciones sindicales trabajen de manera conjunta y colaborativa para encontrar soluciones que beneficien a todos los involucrados y permitan avanzar hacia el bienestar y la armonía social en el estado de Tlaxcala. El respeto a los derechos humanos y la apertura al diálogo son fundamentales», refiere el comunicado.
Tampoco aclara si en ambas acciones de desalojo y dispersión con gas lacrimógeno de los continentes violó los derechos humanos o hubo uso indebido de la fuerza.
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