Según los Hechos de los Apóstoles, Bartolomé fue uno de los Doce, según (Marcos 3:18), (Lucas 6:14). Fue también testigo de la ascensión de Jesús (Hechos 1:13)
Hoy 24 de agosto, al haber transcurrido 236 días y restar solo 129 días para concluir este año 2018, la Iglesia Católica celebra a San Audeno de Rouen, San Bartolomé, Santa Emilia de Vialar, San Jorge Limniota, Santa Juana Antida Thouret, Santa María Micaela del Santísimo Sacramento y a San Tación de Claudiópolis.
Bartolomé, también llamado Natanael, fue uno de los Apóstoles de Jesús. Su nombre (en griego Βαρθολομαίος) procede del patronímico arameo bar-Tôlmay, «hijo de Tôlmay» o «hijo de Ptolomeo». Es mencionado en los tres evangelios sinópticos, siempre en compañía de Felipe (Mateo 10:3; Marcos 3:18; Lucas 6:14). En el Evangelio de Juan, donde no aparece con el nombre de Bartolomé, se le ha identificado con Natanael, que también es relacionado siempre con Felipe. Louis Réau considera que su nombre procede de la unión de bar (hijo) y Ptolomeo, siendo por tanto, descendiente de la Dinastía Ptolemaica, aunque esto no tiene ninguna base en el Nuevo Testamento; en todo caso, hay que tener en cuenta que no era extraño para los galileos del siglo I tomar nombres griegos, o bien asimilarlos a ellos. Santiago de la Vorágine añade acerca de su figura que “se mantuvo ajeno al amor de las cosas en este mundo, vivió pendiente de los amores celestiales y toda su vida permaneció apoyado en la gracia y auxilio divino, no sosteniéndose en sus propios méritos sino sobre la ayuda de Dios”.
Según el Evangelio de Juan, Natanael fue uno de los discípulos a los que Jesús se apareció en el Mar de Tiberiades después de su resurrección (Juan 21:2). A él lo había llamado Jesús por mediación de Felipe (Juan 1:45). Juan es el único evangelista que menciona a Natanael, y como en las listas de los evangelios sinópticos el nombre de Felipe es seguido por el de Bartolomé, la tradición asimiló a Bartolomé y a Natanael como uno solo.
Según los Hechos de los Apóstoles, Bartolomé fue uno de los Doce, según (Mateo 10:3), (Marcos 3:18), (Lucas 6:14). Fue también testigo de la ascensión de Jesús (Hechos 1:13).
Según una tradición recogida por Eusebio de Cesarea, Bartolomé marchó a predicar el evangelio a la India, donde dejó una copia del Evangelio de Mateo en arameo. La tradición armenia le atribuye también la predicación del cristianismo en el país caucásico, junto a San Judas Tadeo. Ambos son considerados santos patrones de la Iglesia apostólica armenia puesto que fueron los primeros en fundar el cristianismo en Armenia.
Sus reliquias reposan en la iglesia de San Bartolomé en la Isla Tiberina de la ciudad de Roma. Algunas partes del cráneo son veneradas en la Colegiata de Fráncfort del Meno.
San Bartolomé es el patrón de aquellos que trabajan las pieles, fabrican o usan cuero, guantes, abrigos, cinturones y botas. También de las modistas por llevar su piel sobre los brazos. Es sanador de las convulsiones, crisis espasmódicas y enfermedades nerviosas en general.