Recibió la inspiración de convertirse en ermitaño, dedicado a rezar y a hacer penitencia.
Nació en un pueblecito llamado Paula, en Italia, en 1416. Cuando tenía unos pocos años se enfermó gravemente de los ojos.
Se encomendó junto con sus padres a San Francisco y este santo le obtuvo de Dios la curación.
En acción de gracias se fue a los 14 años en peregrinación a Asís, y allá recibió la inspiración de convertirse en ermitaño, dedicado a rezar y a hacer penitencia.