Vivía en Anatot, un pueblecito cercano de Jerusalén, en la finca de sus padres, cuando fue llamado por Dios a profetizar
Hoy, 1 de mayo de 2018, cuando han transcurrido 120 días y faltan 245 para concluir este 2018, festejan los santos de San Jeremías profeta, San José Obrero, San Amador de Auxerre, San Andéolo y San Arigio de Gap.
Además de San Asaf, San Brieuc, Santa Grata, San Marculfo, San Orencio, San Peregrino Laziosi, San Ricardo Pampuri, San Segismundo, San Teodardo y Santo Torcuato y compañeros.
San Jeremías
Según la información publicada por Eternal World Televisión Network (EWTN), vivía en Anatot un pueblecito cercano de Jerusalén (a 5 kilómetros) en la finca de sus padres, cuando fue llamado por Dios a profetizar. Jeremías se resistía aduciendo como excusa que él era demasiado joven y débil para este oficio tan importante y Dios le respondió: «No digas que eres demasiado joven o demasiado débil, porque Yo iré contigo y te ayudaré«.
Los primeros 17 años profetizó solo por medio de la palabra hablada. Después empezó a dictar sus profecías a su secretario Baruc, y lo que le dictó son los 52 capítulos del Libro de Jeremías en la Biblia (unas 70 páginas).
Empezó a profetizar durante el reinado del piadoso rey Josías (año 627 antes de Cristo). Siguió profetizando durante los reinados de Joacaz, Joaquín, Jeconias y Sedecías. Presenció la destrucción de Jerusalén y su templo (año 585 antes de Cristo) y se quedó en la ciudad destruida consolando y corrigiendo a los israelitas que allí habían quedado. Estos lo obligaron luego a irse con ellos a Egipto y allá lo mataron a pedradas porque les corregía sus maldades.