San León Magno, lo llaman Magno porque fue grande en obras y en santidad. Es el Pontífice más importante de su siglo.

San León Magno, lo llaman Magno porque fue grande en obras y en santidad. Es el Pontífice más importante de su siglo.

Llegó a ser secretario del Papa San Celestino, y de Sixto III, y fue enviado por éste como embajador a Francia a tratar de evitar una guerra civil que iba a estallar por la pelea entre dos generales.

Estando por allá le llegó la noticia de que había sido nombrado Sumo Pontífice. Desde el principio de su pontificado dio muestra de poseer grandes cualidades para ese oficio.

Predicaba al pueblo en todas las fiestas y de él se conservan 96 sermones. A los que estaban lejos los instruía por medio de cartas. Se conservan 144 cartas escritas por San León Magno.

Su fama de sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados del Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se pusieron de pie y exclamaron: «San Pedro ha hablado por boca de León».

 En el año 452 llegó el guerrero Atila, capitaneando a los feroces Hunos, de los cuales se decía que donde sus caballos pisaban no volvía a nacer la yerba. El Papa San León salió a su encuentro y logró que no entrara en Roma y que volviera a su tierra, de Hungría.

En el año 455 llegó otro enemigo feroz, Genserico, jefe de los vándalos. Con este no logró San León que no entrara en Roma a saquearla, pero sí obtuvo que no incendiara la ciudad ni matara a sus habitantes. Roma quedó más empobrecida pero se volvió más espiritual.