Hoy 17 de septiembre la Iglesia Católica conmemora a San Roberto Belarmino, uno de los más grandes defensores de ésta fe, contra la reforma protestante.

San Roberto Belarmino

Uno de los más grandes defensores de la Iglesia contra la reforma protestante, fue Roberto Francisco Rómulo Belarmino.

Roberto nació en 1542 en la ciudad de Montepulciano, en Toscana, de una noble familia venida a menos. Desde niño, Roberto dio muestras de una inteligencia superior; conocía a Virgilio de memoria, escribía buenos versos latinos, tocaba el violín y así, pronto empezó a desempeñar un brillante papel en las disputas públicas, con gran admiración de sus conciudadanos.

Cuando tenía diecisiete años, el rector del colegio de los jesuitas de Montepulciano escribió sobre él en una carta: «Es el mejor de nuestros alumnos y no está lejos del Reino de los Cielos».

Por ser sobrino de un Pontífice podía esperar obtener muy altos puestos y a ello aspiraba cuando era joven, pero su madre lo había convencido de que el orgullo y la vanidad son defectos sumamente peligrosos. Fue recibido de jesuita en Roma en 1560.

Roberto tuvo que luchar toda la vida contra la mala salud. Al fin de los tres años de filosofía estaba tan débil, que los superiores le enviaron a su ciudad natal. Además de ejercer el magisterio, predicaba con frecuencia y el pueblo acudía en masa a sus sermones. Belarmino pasó siete años en Lovaina.

Con información de Aciprensa.

Sus sermones fueron extraordinariamente populares desde el primer día, a pesar de que predicaba en latín y era de tan corta estatura, que subía en un banquillo para sobresalir en el púlpito a fin de que el auditorio pudiese verle y oírle.

Después de recibir la ordenación sacerdotal, en Gante, en 1570, ocupó una cátedra en la Universidad de Lovaina. Fue el primer jesuita a quien se confirió ese galardón.

Como su salud empezaba a flaquear, los superiores le llamaron nuevamente a Italia. San Carlos Borromeo trató de que lo enviaran a Milán, pero fue nombrado en 1576 para ocupar la nueva cátedra de teología apologética «de controversiis», es decir, la defensa de la ortodoxia católica en la Universidad Gregoriana, que en ese tiempo se llamaba Colegio Romano.

San Roberto trabajó incansablemente en esa cátedra y en la preparación de los cuatro enormes volúmenes de sus «Discusiones sobre los puntos controvertidos», popularmente conocidos como «Las Controversias».

En estos libros explica la posición católica ante los errores de los protestantes (luteranos, evangélicos, anglicanos, y otros). Estos por su parte habían sacado una serie de libros contra los católicos y San Roberto produjo respuestas.

El éxito fue rotundo, teniendo 30 ediciones en 20 años. Tres siglos más tarde, el competente historiador Hefele calificaba esa obra como «la más completa defensa del catolicismo que se ha publicado hasta nuestros días».

El éxito de las «Controversias» fue instantáneo: clérigos y laicos, católicos y protestantes leyeron ávidamente los volúmenes. En Londres la obra fue prohibida, sin embargo un librero declaró: «Este jesuita me ha hecho ganar más dinero que todos los otros teólogos juntos».

Su famoso Catecismo Resumido Fue traducido a 55 idiomas y ha tenido más de 300 ediciones, éxito superado solo por la Santa Biblia y La Imitación de Cristo.

Luego redactó el Catecismo Explicado, el cual llegó a las manos de sacerdotes y catequistas en todos los países del mundo.

Durante su vida logró ver veinte ediciones seguidas de sus preciosos catecismos. En 1598, Belarmino fue elevado al cardenalato por Clemente VIII, «en premio de su ciencia inigualable».

San Roberto era amigo de Galileo Galilei, a quien dedicó uno de sus libros. En 1616, se le confió la misión de amonestar al astrónomo; pero en su amonestación, que Galileo tomó muy bien, se limitó a pedirle que propusiese simplemente como hipótesis las teorías que no estaban todavía probadas.