Parte de nuestra labor consiste en enseñar a elegir mejor los alimentos, en demostrar que se pueden cocinar cosas ricas y fáciles. 

Dentro de las cosas que más han cambiado durante la pandemia, una de ellas ha sido la nutrición y prueba de ello han sido los kilos de más que incluso son frecuentes en los memes que circulan en la red, pero antes de querer que perderlos a base de licuados o con dietas milagro, promovidas por influencers, decidimos consultar a una profesional: Karla Sánchez De León

Karla, antes que nada, muchas gracias por tu tiempo

¿Puedes empezar por contarnos algo de ti?

Claro, con mucho gusto. En 2017 egresé de la Universidad Iberoamericana Puebla como licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos. En mis años de universidad tuve la oportunidad de realizar mis practicas profesionales en hospitales como el Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en el Centro de Atención Integral del Paciente con Diabetes y en la Clínica de Nutrición María Eugenia Mena Sánchez de la universidad Iberoamericana Puebla. Desde hace cuatro años me dedicó a la consulta privada, en donde atiendo a pacientes pediátricos, geriátricos, deportistas o que presenten alguna comorbilidad. Cuento con la certificación Isak 1, la cual me permite tomar medidas antropométricas de forma profesional.

Como vemos, estamos con una profesional que nos a a despejar varias dudas. Karla, la pandemia y el confinamiento han traído variadas consecuencias en nuestras familias y rutinas diarias. Sin duda alguna, lo que más ha cambiado es la forma de alimentarnos, ya que existe un menor gasto energético.

¿Qué cambios has podido observar al respecto?

Como bien lo mencionas el gasto energético ha disminuido, dentro de la consulta ese es el primer factor que ha cambiado, la mayoría de mis pacientes han dejado de realizar actividad física, incluso aquellas caminatas del estacionamiento a la oficina o al salón de clases se vieron afectadas, hoy en día la mayoría pasa sentado de 8 a 12 horas. Otro cambio que he observado es la disminución del consumo de verduras y frutas y el aumento del consumo de postres, golosinas, papas, etc.

¿Cómo puede coadyuvar la buena alimentación al estado de salud frente al COVID?

Tanto en quienes tienen comorbilidades, como en quienes no. Una alimentación balanceada y completa nos puede ayudar a mantener nuestro sistema inmune sano. Es posible que un cuerpo que recibe buenos nutrimentos, vitaminas y minerales tenga la capacidad de salir adelante de una enfermedad como lo es COVID.

Específicamente en los niños que están todo el tiempo en casa ¿Qué consejos nos podrías dar para que no abusen de las golosinas?

Es normal que a todo niño se le antojen las golosinas y no pasa nada si al día piden comer un dulce. Claro, con este encierro incluso a los adultos se les antojan las golosinas, en ese caso lo que yo recomiendo es incluir alimentos que aporten ese dulzor; un ejemplo pueden ser las frutas; en esta temporada de calor las frutas pueden ser un gran aliado. Aprovechando que los niños pasan tanto tiempo en casa, podría ser de gran ayuda para las mamás incluirlos en la preparación de sus alimentos, en el caso de las frutas algunas sugerencias que les podría dar sería, desde lo más sencillo, pelar y picar una fruta, agregarle sal, limón y tajín bajo en sodio, hasta preparar chamoyadas a base de frutas (sandía, mango, piña) o incluso nieves. Con lo que mencionaba al principio, no pasa nada si al día los niños comen un dulce, claro siempre y cuando sea algo pequeño y esto en conjunto con una buena alimentación, en la que se logre incluir cereales, leguminosas, verduras, frutas y proteína.

Se observado que a raíz de la pandemia, se han incrementado los trastornos de ansiedad o depresión y se habla incluso de una alimentación emocional asociada a la pandemia.

¿Qué nos puedes decir al respecto?

Si, definitivamente la alimentación emocional ha aumentado. En esta pandemia la sociedad vive bajo un estrés por no contagiarse y maneja más emociones (preocupación, aburrimiento, ansiedad, etc.) que nos llevan a lo que se conoce como el «comer emocional». En este comer emocional, se busca que sea a través de la comida el podernos sentir mejor emocionalmente, sin embargo, este puede llegar a ser un circulo vicioso, pues al comer de forma emocional, puede llegar una culpa que genere una nueva emoción la cual se busque cubrir por medio del alimento. En este caso, yo sugiero realizar un análisis rápido y evaluar si el hambre que se tiene es emocional o bien físico.

En contraste, hemos observado que hay gente que queriendo reparar los efectos de la pandemia, poniéndose “a dieta” elimina los aumentos que considera “malos” o recurre a las dietas “milagro” ¿Qué efectos pueden tener ésas dietas restrictivas?

Las dietas restrictivas pueden ocasionar un rebote, la pérdida de agua y músculo, falta de energía, estreñimiento e incluso estrés por limitar el consumo de alimentos que solían estar incluidos en una dieta normal.

¿Qué consejos podrías darnos para no sufrir los efectos de la pandemia en nuestro peso?

En esta pandemia y al estar más tiempo en casa, lo primero que yo aconsejo es preparar los alimentos, evitar comprar aquella comida rápida, esto va de la mano con establecer horarios de comida (podemos aprovechar para convivir y comer en familia), así también consumir alimentos locales o bien frutas de temporada. Es importante darle un tiempo a la actividad física, un adulto promedio a la semana debe realizar 150 minutos de ejercicio. Incorporar el consumo de agua natural, también es algo que contribuye a mantener un buen peso.

Tenemos la idea de que acudir a un especialista en nutrición, es “ponernos a dieta” y sólo para bajar de peso ¿cómo puede ayudarnos en realidad un especialista en nutrición?

Un especialista en nutrición no busca restringir a los pacientes, al contrario busca que el llevar una «dieta se vuelva un proceso disfrutable. Por medio de planes de alimentación especializados, podemos conseguir que los pacientes coman de forma rica y nutritiva. Parte de nuestra labor consiste en enseñar a elegir mejor los alimentos, en demostrar que se pueden cocinar cosas ricas y fáciles, en mejorar la compra de alimentos, en señalar que un antojo no arruina el proceso que se esta llevando, pero sobre todo enseñamos que los números que la bascula nos dice son menos importantes sí ya nos movemos con ligereza, sí la ropa nos queda mejor, sí nuestro animo mejor y sí estamos disfrutando el proceso.

Muchas gracias por tu atención y por aclararnos éstas dudas. Esperamos seguir contando contigo para futuras pláticas, pues me parece que el tema es muy amplio.

Con mucho gusto.

Si quieren contactarte ¿cómo pueden hacerlo?

Para contactarme me pueden escribir al correo: karla.schz@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *