Debemos de recurrir a los profesionales de la salud que son los indicados para darnos un diagnóstico e indicarnos una medicación adecuada para nosotros.

Desde hace años internet forma parte de nuestra vida y a medida que el tiempo avanza se vuelve cada vez más normal hacer búsquedas de una infinidad de información de todo tipo, es una fuente inagotable de información al alcance de nuestros dedos y que desde hace más de una década la llevamos en nuestros bolsillos, entre dicha información la relacionada con salud suele tener gran importancia en México, donde el 58% de los usuarios es afín a este tipo de contenido, ya sea viéndolo en redes sociales (62%), visitando páginas (46%) o usando apps relacionadas (37%). Ante ese gran número de usuarios que a diario recurren desde la comodidad de sus teléfonos celulares a realizar consultas de información también podemos ver un gran número de sitios de internet dónde se pueden realizar este tipo de consultas. Y al final resulta positivo tener acceso a esa información ya que puede ayudarnos mucho para estar informados, y ante toda esa ola de información

Cuando ingresamos a un buscador con la intención de consultar información de cualquier tipo es muy común toparnos con un sin fin de opciones las cuales suelen confundirnos porque generalmente no sabemos a cuál recurrir, así que muchos usuarios recurren generalmente consultar los tres primeros resultados de la búsqueda. Según la fundación alemana Bertelsmann muchos usuarios creen que los resultados de las búsquedas se ordenan por importancia o por ser la información más actual. Sin embargo esto no es siempre cierto, ya que los resultados se ordenan de acuerdo a su popularidad sin que esto implique que sean los más confiables, entonces ¿cómo saber dónde encontrar información fiable en ese mar de artículos y opiniones?

Tenemos que tener en cuenta que la responsabilidad, la elección depende enteramente de nosotros, y hay que aprender a diferenciar cuáles son las páginas en donde podemos encontrar la información más confiable. Como regla general, los sitios web relacionados con la salud patrocinados por los gobiernos son buenas fuentes de información, además de organizaciones profesionales y escuelas de medicina reconocidas también pueden ser fuentes confiables para saber más de temas de salud, por último también podemos recurrir a blogs o grupos de pacientes de una enfermedad específica ya que suelen recurrir a fuentes científicas y estar supervisados por especialistas.

Al realizar una búsqueda e ingresar a un sitio, podemos comenzar por preguntarnos ¿quién lo patrocina? A veces, la misma dirección del sitio web (llamada URL) es útil. Los sitios que pueden ser más confiables son .gob o .gov (identifica sitios oficiales de gobierno) .edu (identifica las instituciones educativas, como una escuela, colegio o universidades), .org (por lo general identifica las organizaciones sin fines de lucro como grupos profesionales; sociedades científicas, médicas o de investigación; grupos de defensa) y por último los .com (identifica los sitios web con fines comerciales como empresas, compañías farmacéuticas y, a veces, hospitales).

Generalmente asumimos de manera natural que la palabra escrita es completamente confiable, pero debemos ir con cautela ya que no siempre es cierto. Una buena idea cuando ingresamos a un sitio web es buscar la sección “Acerca de nosotros” ya que en ella podemos encontrar detalles de quienes escriben, de dónde viene su contenido y cuáles son sus intenciones al compartir la información. Por otro lado es muy importante tener en cuenta que si el sitio solicita datos personales para acceder a la información debemos consultar si tiene una política de uso de datos personales, ya que no sabemos qué uso se les darán.

En cuanto a la información que nos brindan es importante tener un espíritu crítico y tener especial cuidado en sitios web que proclaman un remedio curará muchas enfermedades diferentes ya que estos sitios suelen estar enfocados en vender sus productos sin tener especial interés en la salud de las personas.

Por último y tal vez las fuentes de información más socorridas son las Redes Sociales, Facebook, Twitter, Instagram y más recientemente Club House son sitios dónde se comparte indiscriminadamente información sin que muchas veces sea verificada por quien hace la publicación. De mismo modo tenemos la información que pueden enviarnos amigos y familiares por WhatsApp y que en principio tampoco podemos asegurar que sea confiable, la buena voluntad de nuestros cercanos tampoco asegura que sea la información la adecuada para nosotros. Siempre es recomendable consultar más de una fuente para contrarrestar la información que estamos leyendo, esto nos puede ayudar a saber si es confiable lo que estamos leyendo.

Ante todo esto es sumamente importante que no perdamos de vista que ante la cantidad de sitios web que encontramos en internet sólo son informativos y que en ningún caso podemos formar un diagnóstico o automedicarnos, ya que podemos cometer un error que puede empeorar nuestro estado de salud. Así por ejemplo si buscamos un síntoma, cómo dolor de cabeza, los orígenes pueden ser muchos y no tenemos las herramientas para concluir un padecimiento. Ante cualquier malestar debemos de recurrir a los profesionales de la salud que son los indicados para darnos un diagnóstico y del mismo modo indicarnos una medicación adecuada para nosotros.

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