La perredista pide sancionar a los funcionarios y ex funcionarios que participaron en el caso Chalchihuapan
La presidenta del Consejo Nacional del PRD, Roxana Luna Porquillo, pidió que el gobierno del estado reabra el caso Chalchihuapan para sanciona militantes y simpatizantes de Morena que trabajaron en el gobierno de Rafael Moreno Valle y que estuvieron involucrados como el ex secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla.
La exdiputada federal que acompañó en su lucha a Elia Tamayo, madre del menor José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, que murió a consecuencia de un disparo de bala de goma en el enfrentamiento entre pobladores y policías estatales en 2014, recordó al gobernador Miguel Barbosa su compromiso para sancionar a los culpables.
Luna Porquillo consideró que en Puebla se vive impunidad, pues existen funcionarios involucrados que cambiaron de partido y con el paso de los años la gente olvida que ellos formaron parte de la vida política y de las decisiones que le quitaron la vida al niño de 13 años.
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Hace un par de semanas Elia Tamayo solicitó que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla reabra el caso para castigar a los responsables del enfrentamiento en el que perdió la vida su hijo, refiriendo que la justicia divina ya se hizo con la muerte de Moreno Valle, pero que aún faltan por enjuiciarse a Facundo Rosas, secretario de Seguridad; Víctor Carrancá, procurador de Justicia y Juan Pablo Piña, cargado de la oficina del gobernador de ese entonces.
?❗La perredista @RoxanaLunaP llamó al @Gob_Puebla a sancionar a los funcionarios y ex funcionarios que participaron en el caso #Chalchihuapan, que es un crimen que no puede quedar impune
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Porquillo y Tamayo tuvieron un distanciamiento debido a que la perredista pactó, en 2018, con el morenovallismo para ser diputada federal en el distrito 12 de la alianza Puebla al Frente (PAN-PRD-MC) con el argumento de que la madre del menor aceptó la indemnización y con eso se cerró el caso.
Posteriormente Tamayo acusó a la ex diputada de haber lucrado con la muerte de su hijo, y de utilizar a los pobladores de Chalchihuapan para fortalecer su capital político.
Los pobladores también acusaron a la perredista de haber sido una de las azuzadoras del enfrentamiento del 9 de julio del 2014, debido a que ella entregó de propia mano a hombres, mujeres y niños pirotecnia para generar distractores de fuego, además de palos para golpear a los policías estatales.
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