“Hoy pese a todo pronóstico en contra, Julio 2020 por tercer mes consecutivo alcanza un nuevo máximo histórico con 22 mil 822 mdd según cifras del Banco de México (Banxico).”


Últimamente hemos escuchado en diversos medios de comunicación y discursos oficiales (Como en las mañaneras con López Obrador) sobre los famosos héroes sin capa refiriéndose a los migrantes mexicanos que están en Estados Unidos de América.

Aunque sin duda alguna deberíamos de hablar también de heroínas, para reconocer el gran aporte que tienen las mujeres a nuestro país y que no únicamente los hombres son quienes migran y quienes proveen el sustento en los hogares tanto en México como en el extranjero.

Tal como lo refiere la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2017, que refiere que del total de migrantes en Estados Unidos el 25.9% son mujeres. Es decir, una cuarta parte de la población y de estas el 42% son activas económicamente, contribuyendo con más del 15% del total de remesas.

Aunque, se estima que para este 2020 este porcentaje ha ido en aumento. Sin embargo, para la presente columna, nos referiremos a las y los migrantes que se encuentran fuera de nuestro país, porque de acuerdo a datos del Banco Mundial, son quienes, a través de las remesas brindan el sustento a la economía de nuestro país tal como se vio reflejado en el 2019 el cual se ha caracterizado por ser uno de los años que mayor recepción de remesas (35,460 millones de dólares), es decir 5.3% más que el 2018.

Así mismo en este 2020, y pese a la pandemia esto no ha cambiado, como lo es el caso del mes de Julio que por tercer mes consecutivo alcanzaron un nuevo máximo histórico con 22 mil 822 mdd según cifras del Banco de México (Banxico).

Sin embargo, esto lleva a preguntarnos ¿Qué hay detrás de estos datos?

Diversos estudios demuestran los grandes aportes positivos que tiene la migración a nuestro país, particularmente en las diversas comunidades en las que la migración se ha convertido en parte de su cultura.

Donde algún miembro de la familia o en algunos casos la familia entera sale de su lugar de origen buscando alcanzar una mejor calidad de vida. No obstante, detrás de ese sueño, se encuentran un número importante de historias que nos relatan enormes problemáticas, injusticias y desigualdades que son el pan de cada día de muchas familias.

Primero, al enfrentar la falta de oportunidades sociales, económicas, laborales y de seguridad en su comunidad que se convierten en factores determinantes para buscar nuevas alternativas en diferentes destinos, (aunque también impulsadas en muchos casos por las redes familiares o redes construidas).

Factores, que con el paso del tiempo se convierten en parte de la tradición de generaciones enteras y en la principal aspiración de desarrollo personal o la única alternativa de satisfacer las necesidades básicas de quien migra o de su familia.

Por lo tanto, e independientemente de la motivación que tenga la persona a migrar, las problemáticas que se originan se presentan en diversas dimensiones que van desde el abandono del hogar y en consecuencia la separación familiar, el riesgo personal en el tránsito hacia su destino, así como la incertidumbre en su destino de poder alcanzar la meta propuesta, enfrentándose a múltiples riesgos como la explotación laboral, el racismo y la discriminación, afectaciones emocionales, entre otros.

Cabe destacar, que dichas problemáticas que enfrentan nuestros connacionales, no son diferentes a las que sufren las y los migrantes en su paso por México, provenientes particularmente de Centroamérica, quienes en un estricto sentido hacen lo propio por sus familias y el desarrollo de sus comunidades. Entonces, respondiendo a la pregunta que titula esta columna.

¿Qué hay detrás de los héroes sin capa en México?

En primera instancia podríamos responder que, existen grandes historias de sacrificio de héroes y de heroínas, y de sus familias que a diario lo enfrentan y que además de ello, y pese a llamarles héroes, no cuentan con las condiciones ni mecanismos mínimos para acceder a sus derechos humanos, atender sus necesidades básicas y las de su comunidad particularmente cuando dichas problemáticas se encuentran invisibilizadas en las políticas públicas a nivel estatal y nacional al no contar con programas claros que incluyan una atención integral en México y en el extranjero, además no se cuente con el presupuesto necesario para atender de manera eficaz las problemáticas derivadas de la migración y no se consideren las otras dimensiones de la migración como el retorno, la atención a las familias y las necesidades particulares de las comunidades expulsoras.

Haciendo referencia aquel famoso dicho “Ni aquí ni allá”.

Es por ello, que, en la presente columna, las organizaciones que conformamos el Colectivo Migración Sin Fronteras, tenemos como objetivo compartir el trabajo que estamos realizando en las diversas dimensiones de la migración en Tlaxcala, toda vez que nuestro estado enfrenta diversos desafíos en materia migratoria al ser un estado de origen, destino, tránsito y retorno de personas migrantes.

Así como generar reflexiones, que permitan construir de manera colectiva una mejor política en nuestro estado, que responda a las necesidades de nuestros paisanos.

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