El Índice de Progreso Social (IPS) elaborado por la organización “México ¿Cómo vamos?” coloca a los estados de Tlaxcala y Puebla en las posiciones 17 y 22 entre las 31 entidades analizadas sobre su desempeño social y ambiental durante 2022, calificaciones que muestran que las políticas públicas poco han avanzado en los estados.
El Índice de Progreso Social mide la calidad y disponibilidad de servicios y condiciones necesarias para otorgar un nivel de vida adecuado para la población; este criterio sobre las necesidades humanas básicas engloba aspectos como la nutrición y cuidados médicos, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal: percepción del crimen, si hay servicios básicos de agua y drenaje en los hogares y si tiene acceso a servicios médicos y una alimentación nutritiva.
El informe destaca que estos criterios de análisis no contemplan los niveles de ingreso, trabajo ni remuneraciones; son, en suma, una perspectiva que abona al diagnóstico sobre la eficacia de las políticas públicas en los estados.
Además, evalúa otras dos dimensiones: Bienestar y Oportunidades que tienen que ver con la calidad de la educación, la relación salud-medio ambiente, la paridad de género en las escuelas, transparencia, esperanza de vida y suicidios, cobertura en educación superior, inclusión de las personas diversas, derechos personales y políticos y las condiciones sociales para que los pobladores alcancen metas y desarrollo profesional.
Con base en estos criterios, el estado de Tlaxcala obtuvo una calificación de 65.7 puntos en una escala de 100 y Puebla obtuvo 63.3 puntos en el Índice de Progreso Social. La media nacional fue de 65.6 puntos, lo que indica que Puebla se ubicó por debajo de la media y debajo del índice de su estado vecino.
Empero, el análisis además contempla el comportamiento del IPS desde 2015; los resultados indican que Puebla ha mejorado en ese periodo con un aumento de 4.8 puntos porcentuales, por lo que destaca entre la mayoría de las entidades con magros avances en los últimos siete años.
Por ejemplo, Tlaxcala, aunque tiene una calificación por encima de Puebla y de la media nacional, su avance en los últimos años ha sido mínimo, de apenas 0.6 centésimas entre 2021 y 2022, pero con un retroceso de -0.1 centésimas con respecto a 2015, quedándose estancada en el IPS.
Este efecto en Tlaxcala se mantuvo porque no ha habido cambios importantes en las tres dimensiones. Sobre todo, hay números rojos en el aspecto de nutrición y cuidados médicos básicos con una calificación de 47.9 en una escala de 100 y tiene una tasa alta de muerte materna.
Otras alertas que muestran la falla de las políticas públicas se enfoca en la debilidad de sus oportunidades con un puntaje de 54.5; es decir, hay un 65 por ciento de la percepción ciudadana de inseguridad, 17.4 por ciento de los jóvenes de 15 a 24 años de edad no estudia o abandonan la escuela y el 15.8 por ciento del total de nacimientos son en mujeres menores de edad, lo que coloca a Tlaxcala entre las entidades con derechos personales y garantía de libertad baja.
¿Cómo vamos en salud según el Índice de Progreso Social ?
Sobre la salud, el IPS le da a Tlaxcala una calificación de 67.5. Tiene una de las tasas más altas de mortalidad por diabetes y ocupa el séptimo lugar nacional en obesidad. En general, el desempeño de la entidad se clasificó como “el esperado”, sin cambios importantes.
Por su parte, Puebla obtuvo calificaciones del 71.4 en la dimensión de Necesidades Humanas Básicas; 63.5 en Bienestar y 56.1 en Oportunidades. Hay focos rojos en la tasa de mortalidad infantil con 10.7 muertes por cada mil nacimientos, por lo que ocupó el lugar número tres en el ranking nacional.
Además, la esperanza de vida es de 72 años, una cifra que disminuyó en los últimos años y una de las más bajas del país que es, en promedio, de 75 años. Apenas el 33.5 por ciento de la población está satisfecha con las áreas verdes, lo que significa que en las zonas urbanas no hay espacios con árboles y jardines. Otro resultado negativo se observó en la tasa de corrupción con una incidencia de más de 37 mil casos por cada 100 mil pobladores.
En general, la entidad tuvo durante 2022 un desempeño “esperado”, tampoco logró romper la línea hacia mejores calificaciones y se mantuvo durante ese año en un rango medio. Aunque presenta avances en los últimos años.
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Foto: Especial