El Guasón mata por placer. Lo digo en todas mis clases, todos hemos deseado matar alguien, los que dicen que no son hipócritas.

Su silueta es reconocida alrededor del mundo. Generalmente porta un traje morado, un blanquecino color de piel, una irrefrenable sonrisa y el cabello verde. Sus fechorías han recorrido la mayoría de los medios audiovisuales, del cómic a la pantalla chica y de éstas al séptimo arte, industria que parece embelesada en el poder que despierta en el público su presencia y en las acaloradas discusiones que se mantienen sobre las ideas que provoca.

El Joker, conocido en México y América Latina como el Guasón, apareció por primera vez primer volumen de Batman en 1940 y desde entonces despertó una fascinación especial entre el público, rivalizando en popularidad con el supuesto protagonista de la historieta.

Lugar que mantiene entre los fanáticos, como lo demuestra el revuelo que causó Joker (2019), la película más reciente inspirada en el personaje, al obtener el prestigioso León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia.

“Guasón representa al villano perfecto en el mundo de la historieta. En lo que respecta a Batman, pienso que su éxito radica a que representa a lo opuesto del personaje. Batman viste con ropas oscuras, está vinculado con la noche, lo siniestro, lo oculto, es un tipo preciso, ordenado, disciplinado, muy similar a un militar, es serio y de pocas palabras.

El Guasón es lo opuesto, desde su aspecto es un payaso, viste ropas coloridas, es un agente del caos, un sujeto que mata por diversión, no necesita razones. No conocemos la identidad del Guasón, de Batman sabemos que es Bruce Wayne,” explica el investigador Roberto Coria, uno de los organizadores del Conversatorio dedicado a los 80 años de Batman dentro de la Cátedra Extraordinaria José Emilio Pacheco de Fomento a la Lectura en la UNAM.

Al carecer de un origen definido, el personaje ha permitido que diversos creadores se apropien de él, evolucionando y creciendo a la par de los años con la audiencia, aun cuando su inconfundible sonrisa haya sido inspirada por la cinta El hombre que ríe (1928), basada en una obra de Víctor Hugo. Hay un Guasón para todos.

“Desconocemos su origen y la causa de su locura. En La broma asesina, por ejemplo, tiene un origen como un comediante frustrado que se involucra en un robo que sale mal, Batman lo detiene y cae a una tina de productos químicos. Al salir por el desagüe, nota que ha perdido los pigmentos su piel, su esposa que está a punto de dar a luz muere. Esto lo conduce a la locura, el panel del cómic es muy elocuente. Se lleva las manos al cabello y estalla en una carcajada demencial”, comenta Coria.

El del cineasta Tim Burton (quien dirigió dos películas dedicadas a Batman a finales de los 80 y principios de los 90, inicio de la fiebre por el cine de superhéroes), por ejemplo, es un Guasón que se divierte de sus fechorías, un bribón con un gusto especial por el performance. Y el de la serie de televisión con Adam West, interpretado por el actor Cesar Romero, es un payaso amante del humor físico.

“Al final representa los deseos reprimidos y subconscientes que no nos atrevemos a confesar. El Guasón mata por placer. Lo digo en todas mis clases, todos hemos deseado matar alguien, los que dicen que no son hipócritas. Si nuestra vida o la de nuestra familia está en peligro, no dudaremos. Ni hablar de jefes tiránicos, al maestro que te victimiza, al microbusero que se te cierra, además de desearle mal gritamos ¡muérete, desgraciado!”, argumenta Coria respecto a la siempre creciente popularidad del ficticio malhechor.

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