En estas intermedias, las campañas de tierra y la movilización de las estructuras electorales serán las que inclinen la balanza hacia una u otra opción.

El próximo dos de junio concluyen las campañas políticas y habrá un periodo de veda electoral para que la ciudadanía razone el voto que emitirá este próximo domingo 6 de junio. Si bien es una elección intermedia, lo que se pone en juego es el referéndum del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, traducido en el voto a Morena, así como 500 cargos de elección entre ellos están las diputaciones federales que serán fundamentales para mantener la gobernabilidad del Presidente de la República.

Ahora bien, qué hemos visto durante estas campañas sui generis enmarcadas por una pandemia, y aderezadas con los periodos de campaña que para elecciones locales han durado menos tiempo del que comúnmente se realizaba y, los topes de campaña que se han visto reducidos por mucho en cuanto a su monto y fiscalización.

En el medio de todo esto, hemos visto:

  1. Que las campañas de la oposición al partido hegemónico, realizaron buen marketing político, esto se traduce si hiciéramos un ejercicio en preguntar cuál slogan de todas y todos los candidatos recuerdan más. Hicieron campaña de contraste muy fuerte al inicio de las campañas, pero la dosificación no fue la adecuada, a menos que en estos días realicen alguna otra campaña de contraste; sus temas los agotaron muy rápido y los ciudadanos sobre todo los indecisos que han sido el porcentaje más alto en mucho tiempo, tomarán la decisión de su voto pocos días antes o incluso, el mismo día de la elección y por ello el contraste debió ser más fuerte en la recta final.
  2. Las y los candidatos del partido en el poder, realizaron campañas más a ras de piso. Y a nivel nacional, la figura del presidente López Obrador estuvo presente, sin violar la ley electoral con una frase que está ya fija en el imaginario colectivo, “el ya sabes quién” lo que refuerza lo que hemos comentado en anteriores artículos, Morena es AMLO; este instituto político recientemente ha intensificado los spots en medios masivos de comunicación, aludiendo a un voto más razonado sin perder la narrativa desde la figura presidencial: quitar los privilegios y acabar con la corrupción. Subir el nivel de spots a resultados del ejercicio del gobierno emanado de este Instituto político puede darnos la lectura de que el porcentaje de indecisos sigue siendo muy alta, que la pugna dada la polarización está concentrada en el voto switcher y que este tiene un nivel de clase escolar por arriba de educación media superior.
  3. Las propuestas de las dos opciones punteras en el país, me parece, carecieron un tanto de creatividad para llevar a cabo las campañas con nuevos formatos acordes a la pandemia que estamos viviendo. Los métodos siguen siendo muy parecidos a los formatos de antes y en tiempos no sólo de COVID sino de resquebrajamiento de ideales e instituciones políticas, la creatividad y la metodología deben ser fundamentales para crear estrategias de campañas políticas a la altura de los tiempos que se están viviendo.

En conclusión, este duelo en algunos estados y municipios del país será choque de trenes, en otros será un mero trámite porque la figura presidencial sigue pesando por mucho en las preferencias del electorado, del voto duro de Morena que se ha sabido capitalizar también con estrategias federales, sin violar la ley.

Si se requiere legitimar el resultado de los comicios, debe reducir el porcentaje de abstencionismo que en campañas intermedias generalmente oscila entre el 40 y 50 por ciento. En estas intermedias, las campañas de tierra y la movilización de las estructuras electorales serán las que inclinen la balanza hacia una u otra opción.

@AlesandraMartin

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