En el tercer domingo de Pascua el Obispo reflexionó respecto a la lectura del Evangelio que fue sobre los discípulos del Emaús.
En el tercer domingo de Pascua, el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino convocó a las y los feligreses a sacar un bien del mal que representa el nuevo Coronavirus, para así ver esta pandemia a la luz de la palabra de Dios y encontrar oportunidades ante un panorama difícil y adverso.
Lo anterior, durante la reflexión del Evangelio del domingo que narra el episodio de los dos discípulos de Emaús, que se quedaron en la muerte de Jesús con el dolor de una tumba vacía, quedaron en “la oscuridad no han tocado la resurrección no creen en ella, expresan situaciones que han vivo y son tres errores por lo que no reconocen a Jesús el primero es que ellos dicen que esperaban que fuera libertador de Israel un reino político con poder con dominio y todo terminó en la cruz, esa es la causa de sus desilusión”.
En ese sentido, mencionó que los acontecimientos se deben leer siempre a la luz de la palabra de Dios, pues solo si los leemos así comprenderemos la gran misericordia de Jesús, de no ser así y leer los acontecimientos a la lectura de la humanidad nunca lo podremos lograr.
Incluso, Salcedo Aquino dijo que el Evangelio no es solo la lectura de los acontecimientos como simples acontecimientos, sino como eventos de nuestra propia vida como catequesis.
“¿Cómo interpretar esta pandemia que estamos viviendo?, nuestra templos cerrados, pasillos, en este momento en la Catedral no hay personas, están las bancas vacías, están en sus casas para cuidar la salud y la vida; si analizamos esto a nivel de criterios humanos vemos todo esto difícil y adverso, pero si lo comenzamos a ver y a leer desde la experiencia de Dios, desde la palabra de Dios algo tenemos que encontrar para bien de todos nosotros”, expuso el Obispo.
Agregó que “de este mal (pandemia) debemos de sacar un bien, a la luz de la palabra de Dios”.
La celebración dominical se llevó a cabo en la Catedral de Tlaxcala dedica a Nuestra Señora de la Asunción sin creyentes a puerta cerrada, como medida de prevención para evitar contagios de Coronavirus.