Confirmó que la Basílica de Ocotlán permanecerá cerrada el fin de año para evitar riesgo de contagios.

El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino convocó a la feligresía a cuidar la salud y la vida en estos momentos difíciles por la pandemia de COVID19, y a convertirse en apóstoles de la salud para cortar cadenas de contagios en la entidad.

De hecho reafirmó que para evitar riesgo de contagios la Diócesis local mantendrá cerrada la Basílica de Ocotlán, por lo que este año “celebraremos a Nuestra señora de Ocotlán de una manera diferente y desde nuestras casas”, toda vez que cada inicio de año la basílica recibía a miles de peregrinos locales y nacionales para dar gracias por los favores recibidos a lo largo de 12 meses, y pedir la intercesión de la madre de Dios para mantener la salud, el trabajo y la estabilidad espiritual.

En el mensaje de navidad y año nuevo el obispo de Tlaxcala comentó que “el año 2020 ha marcado profundamente la vida de nuestros pueblos por la pandemia del COVID19 causando sufrimiento en muchos aspectos, en este momento me hago cercano con los que han perdido a seres queridos y que experimentan con dolor estas ausencias, que nuestro Padre Dios conceda el descanso eterno a los que han fallecido y a sus familias una esperanza activa para seguir adelante”.

Monseñor Julio César Salcedo pidió por las personas que han perdido sus trabajos a consecuencia de los efectos económicos de la pandemia, y rogó porque pronto logren tener un empleo digno para sacar a sus familias adelante.

De igual manera agradeció y reconoció la labor de las y los trabajadores de la salud, desde doctores, doctoras, enfermeras, enfermeros, farmacéuticos, voluntarios, y todo el personal de los hospitales y centros de salud que atienden a las personas contagiadas con coronavirus, quienes dijo son testimonio de misericordia, servicio y solidaridad cristiana.

El representante de la iglesia católica en Tlaxcala exhortó a la feligresía a convertirse en apóstoles de la salud, para cuidarse ellos mismos, cuidar a sus familias y a los demás con el propósito de evitar contagios que pudieran tener consecuencias fatales.

“Sabemos que nuestra señor de Ocotlán ha estado siempre cercana a nosotros en los momentos adversos y de desconcierto, y ella sale a nuestro encuentro y nos pregunta como a Juan Diego de Xiloxoxtla ¿a dónde vas hijo mío?, y ahora nos hace la misma pregunta ¿a dónde van hijos míos?, ella nos ve desconcertados, temerosos, desorientados, al salir a nuestro encuentro nos anima, acompaña y nos anima a ser apóstoles de la salud es la mejor forma de romper nuestro aislamiento y encierro, en Ocotlán nos dejó una fuente de agua para curar a los enfermos como un signo de intercesión ante su hijo Jesús… ser apóstoles de salud significa tener un mensaje de alegría, una oración, medicina, un mensaje, una llamada telefónica, una despensa, o cualquier signo de misericordia que seamos capaces de arrancar una sonrisa a nuestros ancianos y hermanos que viven en tristeza”, comentó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *