“Su presencia, sus alegrías y, en especial, su sufrimiento son una fuerte llamada de atención para quienes son responsables de la vida pública”, declaró.

El Obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino conminó a los responsables de la vida pública a mirar a las mujeres, los jóvenes y los pobres como sujetos de cambio y no como meros objetos de asistencia, toda vez que es en esos sectores, considerados débiles, donde el trabajo y la fuerza consiguen mejores resultados.

Lo anterior como parte del mensaje que el representante de la iglesia católica expresó durante la celebración de la Bajada de la Virgen de Ocotlán. Fue cuando la imagen estaba frente al Ayuntamiento de Tlaxcala con la presencia de la presidenta municipal, Anabell Ávalos Zempoalteca , que se dirigió a las y los responsables de la vida pública y al sector político de la entidad para que atiendan las necesidades de esos sectores que “son protagonistas del cambio de época y sujetos de esperanza verdadera”.

El jerarca católico explicó que las mujeres han sido pilar en la edificación de la iglesia y la sociedad, por lo que la esperanza en Latinoamérica “tiene rostro femenino”; mientras que en los jóvenes habita un espíritu de rebeldía necesaria para construir cambios verdaderos; y en los pobres se manifiesta la fidelidad de Cristo y de la iglesia.

“Las mujeres, los jóvenes y los pobres, son lugares de encuentro privilegiado con la nueva sensibilidad cultural emergente con Jesucristo, ellos son protagonistas del cambio de época y sujetos de esperanza verdadera, su presencia, sus alegrías y en especial su sufrimiento, son una fuerte llamada de atención para quienes son responsables de la vida pública; en la respuesta a sus demandas se juega en buena medida la construcción del bien común; constituyen un lugar de verificación de autenticidad del compromiso de acuerdo en la política, si no queremos quedarnos en un mar de paradas vacías miremos siempre el rostro de las mujeres, de los jóvenes y los pobres; mirémoslos como verdaderos sujetos de cambio, no como meros objetos de asistencia”, detalló.

Incluso, recalcó que atender a estos sectores y asumir sus problemáticas, significa ser “concreto», y señaló que «en política, cuando se olvida ser concreto se desvía también de la conducción política”.

Reconoció que en este día la ciudad de Tlaxcala detuviera por unas horas su ritmo de vida para recibir a la Señora de Ocotlán, «que baja a visitar los lugares de trabajo, las casas e iglesias, así como lo ha hecho de manera ininterrumpida desde hace más de 350 años lo que sin duda colabora en la construcción de una ciudad más humana, fraterna y justa«.

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