Víctor Sánchez Espinosa pidió ser constantes y no desistir: “Si alguien decide construir una torre y esta le queda a la mitad, lo que consiguió no fue una media torre, sino hacer el ridículo»
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, afirmó este domingo que el realismo, la constancia y la audacia son necesarios para «caminar de la mano de Dios» en esta sociedad que es «egoísta, violenta, insegura, difícil e injusta».
“Una persona, un creyente que no incluye a dios en su vida va directo al fracaso. Conducir una vida si dios lleva al fracaso, cualquiera que no renuncie a sí mismo no puede ser discípulo hagamos un alto en el camino como iglesia y de manera sinodal calculemos, reflexionemos en la realidad que nos está tocando vivir para que podamos caminar juntos en la consecución y vivencia de los valores propuestos por Jesús en el evangelio” dijo en la tradicional misa dominical.
Sánchez Espinosa indicó que el realismo es necesario al momento de actuar y tomar decisiones, ya que muchas veces la gente no mide los riesgos ni las consecuencias de sus actos, por lo que se deben considerar las cosas y preparar los medios necesarios, pero sobre todo meditar la situación en que cada persona se encuentra.
”Considerar las cosas, calcular los riesgos, preparar los medios necesarios, meditar en la situación que se vive. Este realismo no excluye el riesgo de hacer las cosas fácilmente, a aceptar lo que cada persona es y con lo que cuenta en la vida. Se
detienen a meditar reflexionar cuidadosamente y con seriedad. Sin falsas humildades ni equivocadas autoestimas” expresó.
El líder de la grey católica en Puebla dijo que la gente debe ser constante en lo que se propone y no dejar las cosas a medias debido a que “un propósito que no se cumple no es uno que casi se cumplió sino un propósito no cumplido”.
Sánchez Espinosa invitó a que los discípulos sepan lo que quieren y a donde pretenden llegar, así como las razones, los principios y convicciones que los animen a sostenerse.
“Si alguien decide construir una torre y esta le queda a la mitad, lo que consiguió no fue una media torre, sino hacer el ridículo. Como discípulos debemos saber que queremos, a dónde pretendemos llegar, las razones que nos animan, los principios y convicciones que nos sostienen” manifestó.
Por último el arzobispo señaló que la audacia significa no desistir por más obstáculos que se presenten.
“Nunca por miedo a dejar la torre a medias o por perder la batalla se debe desistir, hay que medir nuestras fuerzas pero no debemos determinar los ideales solo por lo que pensamos. Nunca debemos debilitar lo grande y lo noble a nuestra debilidad», mencionó.
“Debemos anunciar el evangelio con nuestra vida, con nuestro testimonio, y anunciarlo con alegría. Si amas a dios, ese amor te lleva a amar al prójimo, y ese amor te eleva y lleva con Dios que nos conceda la verdadera libertad y la herencia eterna”, dijo.