Hoy se llevó a cabo el segundo panel de análisis sobre reformas a la Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado.
Integrantes permanentes y estratégicos del Observatorio de Participación Política de las Mujeres de Tlaxcala (OPPMT), reconocieron que a pesar de las acciones que han sido emprendidas por movimientos feministas en los siglos XIX y XX, todavía persiste la discriminación y la violencia contra las mujeres, lo que pone en riesgo la integridad y la vida de este sector de la población.
Durante el segundo panel de análisis de la Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Tlaxcala, que se llevó a cabo en el auditorio Luis Carvajal Espino de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), en representación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Tlaxcala, la titular del Instituto Estatal de la Mujer (IEM), Angélica Zárate Flores, dio lectura al posicionamiento respecto a la iniciativa “Un Día Sin Mujeres”.
A nombre de las y los que forman el Observatorio, integrantes permanentes y estratégicos, organizaciones de la sociedad civil, especialistas, instituciones académicas y partidos políticos, consideran que “históricamente, la violencia contra las mujeres ha sido una forma de discriminación que ha impedido a éstas el goce de sus derechos humanos. La violencia contra las mujeres ha sido normalizada y considerada como un asunto del ámbito privado sobre el que el Estado simplemente no intervenía”.
No obstante, con los primeros movimientos feministas, que se registraron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, mujeres de diversos sectores comenzaron a alzar la voz para exigir un rol más protagónico para la mujer, que incluía el derecho al estudio, al voto y al trabajo, y desde entonces esa voz no se ha dejado de escuchar.
“Si bien en los últimos años ha habido importantes avances en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, todavía persiste la discriminación y violencia en su contra, hechos que ponen en riesgo su integridad y su vida.
Como han demostrado múltiples estudios, la violencia contra las mujeres tiene efectos comunitarios y sociales, pues reduce la productividad e implica el uso de presupuestos públicos para su atención, además de que obstaculiza la reducción de la pobreza y la generación de desarrollo”, recalcó.
Desde ese contexto, llamaron a las instituciones públicas y privadas a visibilizar el grave problema de la violencia contra la mujer, y la iniciativa #UnDíaSinMujeres del 9 de marzo próximo es una forma pertinente de hacerlo.
El Observatorio recordó que el objetivo del paro nacional de mujeres es visibilizar las condiciones en las que se están desarrollando mujeres y niñas, las situaciones alarmantes de violencia de género y feminicida, así como la importancia de ese sector de la población en la vida cotidiana, política, económica y social del país y del Estado, no es un día se asueto sino de protesta.
Por eso “quienes formamos parte de este Observatorio nos pronunciamos por la construcción de una sociedad que garantice los derechos humanos de las mujeres para su desarrollo pleno, con respeto a su dignidad y en un ambiente de absolutas libertades y sin miedo a la violencia de ningún tipo”.
En el OPPMT colaboran de manera permanente Inmujeres, el IEM, el Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), y el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (IEM), así como diversas organizaciones sociales.