Salió llorando de su escuela con la chamarra del pants amarrada a la cintura y encontró a su madre. Le dijo que habían matado a su compañero, tan solo cinco minutos antes de que llegara al Centro Educativo Camino Real, localizado en Momoxpan, comunidad de San Pedro Cholula, Puebla.

La mujer, que supo de la balacera por redes sociales, abrazó a su hija de 16 años y la apretó muy fuerte, por fortuna no había atestiguado el crimen; pero, si hubiera llegado tan sólo cinco minutos antes, el escenario habría sido diferente.

Esta mañana de miércoles, como a las 7:23 horas, un motociclista disparó en nueve ocasiones contra el conductor de una camioneta que mantenía la unidad en la fila para entrar al plantel, cerca del estacionamiento, en donde descenderían tres menores de edad para una nueva jornada escolar.

Sin embargo, el plan original, el de todos los días, quedó trunco cuando el sicario accionó su arma de fuego calibre 38 contra el chofer de la unidad de color gris, quien trató de esquivar las balas, aceleró, brincó al camellón de la calle Camino Real a Cholula, para después cruzar hacia la extrema derecha y chocar contra un poste de alumbrado público, donde descubrió que estaba herido, como también el copiloto, al parecer su hijo de 16 años de edad.

El asesino huyó hacia San Andrés Cholula, mientras en los alrededores había gente que quería alejarse del lugar, otros estaban tirados pecho a tierra, la escuela cerró sus puertas y la crisis nerviosa inundó este sitio.

Paramédicos de Protección Civil Municipal llegaron tarde para salvar la vida de Dominique N, quien falleció en el asiento del copiloto; el conductor quedó mal herido, recostado al volante, por lo que fue trasladado a un hospital, y las niñas que viajaban en el asiento trasero bajaron con miedo, envueltas en llanto, desesperadas por lo vivido.

Con las niñas de primaria y secundaria recargadas en un vehículo, no faltó quienes se acercaron para consolarlas, para tratar de calmarlas, evitar que vieran cómo de a poco se le iba la vida a su hermano.

La institución emitió un comunicado interno para anunciar la suspensión de clases este miércoles y mañana jueves; algunos tutores entrevistados por el reportero exculparon al plantel y exigieron seguridad a los gobiernos municipal, estatal y federal.

Una de esas madres, consideró que este crimen es consecuencia de “los abrazos para los delincuentes”, los cuales dejan “balazos para la sociedad”; además, descartó la posibilidad de cambiar a su hija de escuela, porque no tiene responsabilidad de este hecho, “está fuera de sus alcances”.

Una mujer robusta y de tez oscura, buscó, enojada, a los reporteros de un medio de comunicación, porque se había compartido en redes sociales nombres y apellidos de las víctimas; amenazó con promover una denuncia, se veía desesperada en su intención por ocultar la identidad de sus parientes, después de que uno estaba tendido sobre el asfalto, cubierto con una sábana blanca de donde solo se podía ver un pantalón de conjunto deportivo y unos tenis blancos que llaman la atención a la distancia por tener manchas de sangre.

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