La iglesia católica estará en oración eucarística los próximos 15 días para que Dios conceda el fin de la pandemia.

Durante la homilía de este domingo que se celebró desde la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción sin presencia de fieles, el Obispo Julio César Salcedo Aquino llamó al pueblo de Tlaxcala a colaborar con el cumplimiento de las medidas de cuidado e higiene, así como respetar las restricciones impuestas por las autoridades civiles para conseguir el fin de la pandemia por COVID19.

Además convocó a la comunidad católica a unirse en oración eucarística, desde sus hogares y parroquias, por los próximos 15 días para pedir a Dios que conceda la gracia del fin de la emergencia sanitaria que en Tlaxcala ha cobrado ya la vida de más de mil 600 personas.

Salcedo Aquino, recordó en la celebración dominical a la feligresía que ante el aumento de contagios, hospitalización y decesos por el nuevo coronavirus, las misas se celebran a puerta cerrada nuevamente, sin presencia de fieles y son transmitidas por medios digitales.

Con ello colaboran para cortar cadenas de contagios, por lo que llamó a la población a también poner de su parte y colaborar para superar la emergencia sanitaria.

Al respecto, declaró “estamos en un momento difícil en el caminar de nuestra sociedad, nuevamente volvemos a las celebraciones no presenciales, a las celebraciones a través de las plataformas digitales, porque la emergencia sanitaria, el aumento de los contagios, de los fallecimientos ha estado patente en nuestras comunidades”.

De esa manera para cuidad la salud y la vida se decidió cerrar los templos por los próximos tres fines de semana, mientras que las autoridades estatales también establecieron medidas ante el retroceso de Tlaxcala a indicador rojo en el semáforo epidemiológico nacional, por lo que pidió a las y los fieles católicos respetad más medidas.

En ese sentido, el Obispo comentó que “Ante esta situación difícil tenemos que poner todo lo que está de nuestra parte para cuidar la vida y la salud, sobre todo de las personas mayores, nuestros enfermos, todo aquello que se pone en riesgo, entonces debemos hacer un esfuerzo grande para resguardar este don que hemos recibido del Señor, la vida y la salud”.

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