Familiares compartieron que en el acta de defunción, se especifica que Isaac N era paciente con probable Covid-19.
Más de 48 horas de espera lleva el cuerpo de Isaac N, por no permitirle un espacio en dos comunidades de Francisco Z. Mena ante su muerte por posible coronavirus, según dieron a conocer sus dolientes ante este medio de comunicación.
La víctima es una persona que murió la noche del pasado martes de esta semana en la capital del país, sin embargo, por di referencias al interior de su familia y por haber muerto, posiblemente por Covid-19, le han negado un espacio para que sus restos descansen.
Sus familiares dieron a conocer que el finado presentaba problemas de salud en sus pulmones, pero al complicársele tuvo que ser hospitalizado.
Compartieron que, en el acta de defunción, se especifica que Isaac N era paciente con probable Covid-19.
Cuando el enfermo murió se le quiso cumplir su última voluntad que consiste en ser sepultado, Jaltocán, su tierra natal.
En cambio, sus problemas familiares derivaron una acalorada discusión en la madrugada de este miércoles cuando sus restos llegaron a Jaltocán para ser sepultado.
Al lugar se apersonó un “medio hermano (de Isaac N) y nos corrieron, de hecho, ellos siempre estaban de pleito”, expusieron otros familiares, quienes, para no continuar con más problemas, pidieron no revelar sus nombres.
Otros testimonios de los hechos apuntaron que los restos humanos llegaron en una carroza, cuyos representantes de la empresa funeraria vestían con equipo personal “para evitar contagios. Lo querían enterrar sin permiso y eso molestó a los que vivimos en la comunidad, el cuerpo llegó como a la una de la mañana del miércoles o antes, y a esa hora lo querían enterrar; la caja estaba envuelta con plástico, yo estuve presente”, describió un vecino de Jaltocán.
Por la negativa al permiso de sepultura, los dolientes acudieron a La Pahua, una comunidad vecina, por la mañana del miércoles, en donde tienen otros parientes. De manera verbal, aseguraron, se les concedió un espacio en el panteón, sin embargo, por lo estipulado en el acta de defunción, tampoco permitieron que el cuerpo estuviera en la localidad pese a que ya estaba lista la gaveta.
Hasta este jueves 7 de mayo, el cuerpo permanecía en un terreno cercano a Jaltocan, acompañado de los pocos familiares que están a la espera de que se les otorgue un espacio para darle sepultura.