Cada familia católica debe colocar un altar en el que se reúnan para celebrar el Triduo Pascual mediante transmisiones en las plataformas digitales, convocó.
Derivado de la instrucción de las autoridades de mantener aislamiento domiciliario por el COVID-19, la celebración de este año de la Semana Santa será diferente, sin embargo el obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino convocó a la feligresía a “no dejar que el virus nos robe la Semana Santa” y seguir las actividades de preparación para la conmemoración de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret a través de las plataformas digitales.
Será vía digital como se vivirá este año la celebración de la Semana Santa en tiempos del Coronavirus, con el propósito de evitar aglomeraciones en las iglesias, parroquias y capillas filiales que representen un riesgo de contagio.
Para explicar ese escenario, el Obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino emitió un mensaje con motivo de la Semana Santa, en el que recuerda que la Iglesia Católica desde el 17 de marzo decidió suspender las misas dominicales y las diferentes celebraciones de la Semana Mayor, las cuales han sido “dolorosas y difíciles, tanto para los fieles como para los sacerdotes, pero la salud y la vida de nuestro pueblo es una prioridad; la vida es un don que debemos proteger”.
Ante esa premisa, el representante de la Iglesia Católica en Tlaxcala indicó que las celebraciones del Triduo Pascual en los templos parroquiales se llevarán a cabo sin participación de los fieles y las familias podrán seguirlos a través de la página de Facebook de la Diócesis de Tlaxcala (www.facebook.com/DiocesisTlaxcala), por lo que solicitó a la familias a diponer un espacio en sus casas para colocar un altar con mantel blanco, colocar un crucifijo, una flor o planta, y una imagen de la Virgen María, con el propósito de que la familia se reúna en torno y seguir ahí las homilía.
“Este será “El Templo Familiar” donde acogerán la Palabra de Dios y acompañarán a Jesús en su Pascua. La Semana Santa no se puede suspender, se vivirá en familia, en sus casas. “¡No dejemos que un virus nos robe la Semana Santa!”, sentenció el Obispo.
Para este Domingo de Ramos pidió colocar en puertas o ventanas un signo de fe, como lo es una rama o palma; para el Jueves Santo, un motivo eucarístico como pan, uvas, trigo, hostia, etcétera; el Viernes Santo una Cruz con adornos color blanco y morados; el Sábado Santi, en la Vigilia Pascual un farol, veladora o cirio, con un letrero: “¡Resucitó!.”
Para el Domingo de Pascua pide disponer una imagen de Nuestra Señora Guadalupe con un moño blanco, para unirse a la Solemnidad de Pascua en la que participarán países de Latinoamérica y el Caribe para pedir por la salud de los enfermos y el fin de la pandemia.
Agregó que este tiempo de emergencia sanitaria es una oportunidad para purificar la fe y comprender que lo más importante es estar en paz con dios y con los demás, además para dejar de creer que somos autosuficientes, reconocer nuestra fragilidad y la necesidad del amor misericordioso de Dios.
También recordó que en 1541 Nuestra Señora de Ocotlán y San Miguel Arcángel en 1931 libraron a Tlaxcala de enfermedades y epidemias, por lo que pidieron oración para que ellos mismos libres al pueblo del COVID-19.