En una carta, Miriam pide al gobernador Luis Miguel Barbosa «cumplir su palabra» y encarcelar a Ramón, quien está prófugo tras un fallo irregular
Miriam Vázquez pidió al gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, que cumpla su palabra para que le devuelvan a sus hijas y encarcelar a su expareja, Ramón Caro Bones, de 48 años, quien violó a su hija Andrea a los 14 años, agresión por la cual tiene una hija de un año de edad.
A través de la cuenta de Twitter @JUSTICIAPARAMI6, Miriam envió una carta pública en la que refiere que Caro Bones está prófugo de la justicia gracias a que el juez Lucio León Mata reclasificó el delito de «violación« a «estupro» y ahora el inculpado no se ha presentado a firmar su libertad caucional.
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— JUSTICIAPARAMIRIAMVAZQUEZ (@JUSTICIAPARAMI6) October 3, 2022
Miriam, de 33 años y originaria de Chignahuapan, resaltó que esta medida impuesta por el juez (actualmente cesado por el fallo irregular, ya que el inculpado es hermano del juez Celestino Martínez Bones) favorece la impunidad y pone en riesgo su vida.
Añadió que su hija Andrea tampoco ha recibido justicia tras la agresión sexual que sufrió de su padrastro, además de que su nieta Sherly, de un año, y su hija Ximena de 9 (producto de su unión con el hoy inculpado) deben permanecer bajo custodia del Sistema DIF estatal en lo que este proceso da o no signos de avanzar.
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“Ramón Caro Bones se encuentra prófugo de la justicia, mientras que yo, que no he hecho nada más que exigir justicia a las autoridades de Puebla, me tengo que esconder porque amenaza con matarme a mi y a mi hija menor. Tengo certeza de que ha estado rondando por los lugares donde yo me encuentro escondida y no se va a detener hasta cumplir su promesa. Las autoridades no han hecho nada por buscarlo y sinceramente no entiendo si esperan que me convierta en una estadística más”, escribió.
Miriam Vázquez exigió que las autoridades de Puebla «dejen de hacer trabajo a medias», porque ponen en riesgo la vida de las mujeres que se atreven a denunciar a sus agresores, al tiempo de advertir que el gobierno estatal «se colgó» de su caso para «lucir mediáticamente» y hasta este momento ella no encuentra justicia.
El pasado 22 de agosto, luego de que Miriam Vázquez recorrió por 48 horas seguidas juzgados y albergues infantiles para pedir que se apresara a Ramón Caro y ubicar a sus hijas (que él le había quitado desde hacía 5 meses, teniéndolas contra su voluntad en Tijuana, Baja California) el gobernador la recibió y la presentó en una conferencia.
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El compromiso que adquirió Barbosa fue que intervendría ante el Poder Judicial en este caso para darle celeridad a la detención, de quien el propio mandatario consideró como “un animal” por haber violado a su hijastra.
También le prometió que le regresaría a sus hijas y que solo estarían en resguardo del DIF estatal en tanto se realizaban los trámites para devolverle la guardia y custodia.
La semana pasada Miriam Vazquez, resguardada por personal de la presidencia municipal de Huachinango, se presentó en la Ciudad Judicial de Puebla a una audiencia que tenía con Ramón Caro. El inculpado no se presentó, además de que no ha firmado en la Casa de Justicia de aquel municipio su libertad caucional.
Ramón Caro Bones sigue acudiendo al municipio de Huachinango donde están sus familiares, quienes gozan de una situación privilegiada y quienes acosan a Miriam por las acciones legales que emprendió.
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Mientras, ella debe resguardarse con una niña de tres años (otra hija de ella y de su agresor) en otro estado. Existe una menor más de 15 años (producto de su primer matrimonio y que es hermana de Andrea) que está resguardada en un internado en otro estado debido al riesgo que corre Miriam, sus 4 hijas y una nieta con Ramón Caro en libertad.