A los 12 decesos informados previamente se sumaron tres en Marianna, en el condado de Jackson, Florida, dijo el comisario Lou Roberts en una conferencia de prensa.
La cantidad de muertos en Estados Unidos por el huracán Michael aumentó a 16 el viernes, dijeron autoridades, a medida que los equipos de rescate entraban en las comunidades más afectadas en el territorio de la Florida, casi inaccesibles por los daños causados por la tormenta.
A los 12 decesos informados previamente se sumaron tres en Marianna, en el condado de Jackson, Florida, dijo el comisario Lou Roberts en una conferencia de prensa.
Las autoridades esperan que el número de fallecidos suba aún más, debido a que no ha habido reportes en comunidades frente al mar, como Mexico Beach, Port St. Joe y Panama City, que fueron las más afectadas por la ira de la tormenta. Hasta ahora, los rescatistas no han podido realizar búsquedas exhaustivas allí.
“Creo que lo verán subir”, dijo Brock Long, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) sobre el recuento de fallecidos.
“Todavía no hemos llegado a algunas de las áreas más afectadas”, añadió.
Las cuadrillas de FEMA han estado utilizando buldóceres y otros equipos pesados para abrirse camino a través de los escombros, para permitir a los rescatistas explorar con perros rastreadores mientras aviones no tripulados y helicópteros Blackhawk sobrevolaban la zona.
El huracán Michael golpeó el miércoles por la tarde la costa del denominado Panhandle de Florida, cerca de la pequeña localidad de México Beach, con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora (kph), empujando a tierra una pared de agua de mar y causando inundaciones generalizadas.
Michael, que tocó tierra como huracán categoría 4 en la escala de cinco niveles de Saffir-Simpson, destrozó barrios enteros, reduciendo casas y negocios a montones de madera y revestimientos, dañando carreteras y dejando escenas de devastación.
Esta es la tercera tormenta más fuerte registrada en el territorio de Estados Unidos, detrás del huracán Camille en la costa del Golfo de Misisipi en 1969 y el huracán del Día del Trabajo de 1935 en los Cayos de Florida.
“Teníamos casas que estaban a un lado de la calle y ahora están del otro”, dijo el alcalde de Port St. Joe, 19 kilómetros al este de Mexico Beach, quien desde su ventana vio volar árboles mientras capeaba la tormenta en su casa, a siete cuadras de la playa. Estimó que 1.000 casas fueron total o parcialmente destruidas en su ciudad de 3.500 habitantes.