Los recursos y servicios ecológicos que la Tierra puede generar en un año se agotarían el próximo 31 de agosto si todos los habitantes del mundo consumieran como los mexicanos, reveló la organización Global Footprint Network.
Este cálculo se conoce como ‘El Día de la Deuda Ecológica’ (Earth Oveershoot Day). Este indicador busca señalar el día en que la demanda de la humanidad supera la capacidad biológica anual de la Tierra para regenerarse.
Al tomar en cuenta el consumo de todos los países del mundo, ‘El Día de la Deuda Ecológica’ se ubicaría el 2 de agosto.
El análisis de la organización reveló que el mundo debería tener hábitos de consumo como Jamaica, Ecuador o Indonesia para que el ‘El Día de la Deuda Ecológica’ se registrará hasta diciembre.
Sin embargo, si la humanidad hubiera seguido los pasos de Qatar o Luxemburgo, los recursos destinados para un año entero ya se habrían agotado desde el 10 y 14 de febrero, respectivamente.
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¿Cómo se calcula el ‘Día de la Deuda Ecológica’?
De acuerdo con la base de datos de la organización encargada de hacer este estudio, en 1972, ‘El Día de la Deuda Ecológica’ se ubicó el 27 de diciembre, lo que significaba que el planeta Tierra podía regenerar los recurso demandados en prácticamente un año. En 2023, la humanidad ya requiere 1.7 planetas Tierra, para poder satisfacer la demanda.
Para determinar la fecha, Global Footprint Network calcula la cantidad de días de ese año en que la biocapacidad de la Tierra es suficiente para proporcionar la huella ecológica de la humanidad.
Por el lado de la oferta, la biocapacidad de una ciudad, estado o nación representa su área de tierra y mar biológicamente productiva, incluidas las tierras forestales, las tierras de pastoreo, las tierras de cultivo, las zonas de pesca y las tierras edificadas.
En tanto, por parte de la demanda, la huella ecológica mide la demanda de una población de alimentos y productos de fibra de origen vegetal, productos ganaderos y pesqueros, madera y otros productos forestales, espacio para infraestructura urbana y bosques para absorber sus emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles.
Foto: Especial
Vía: El Financiero