Ocasionaron la muerte de 700 personas y causaron pérdidas económicas por 5 mil millones de pesos.
Menos espectaculares, poco atendidos y tomados en cuenta, los incendios urbanos son más dañinos y perjudiciales que los sismos e incluso que huracanes. A diferencia de estos fenómenos, se presentan con mayor frecuencia.
Tan sólo en 2016 se registraron más de 28 mil incendios urbanos en el país, cobrando la vida de alrededor de 700 personas. Las pérdidas económicas reportadas son, según empresas aseguradoras, del orden de los 5 mil millones de pesos anuales, y solo el 6 por ciento de las empresas cuentan con un seguro.
En materia ambiental no se cuenta con estadísticas sin embargo la aportaciones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera es considerable. Además, y según datos proporcionados por la Fundación Michou & Mau para Niños Quemados, esta atiende un mínimo de dos solicitudes a la semana de niños con quemaduras en peligro de vida.
El costo de la atención de las secuelas y recuperación de cada paciente hasta cumplir 18 años rebasa el medio millón de dólares. Es por ello que organismos como el Consejo Nacional de Protección Contra Incendio (CONAPCI) y la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI), hacen un llamado a la población a crear conciencia del peligro que representan estos fenómenos en casas habitación, escuelas, edificios públicos, oficinas y centros de trabajo.
David Morales, presidente de CONAPCI, señaló que las principales causas que provocan los incendios son: descuidos humanos, instalaciones en mal estado, cortos circuitos, un inadecuado mantenimiento de equipos y cables eléctricos y de gas, así como el uso de materiales de construcción altamente flamables.
Muchos de las conflagraciones, señaló, pudieron evitarse, pero desgraciadamente no estamos preparados ante una situación que pone en riesgo nuestra seguridad y regularmente “pensamos que eso no me pasará a mí”, pero desafortunadamente estos siniestros han ido en aumento de forma gradual en un 10 por ciento de forma anual ocasionando un gran impacto a la sociedad.
Para evitar éstos, el presidente de AMRACI, Juan José Camacho, dijo que es necesario el fortalecimiento y actualización del marco normativo de seguridad humana y protección contra incendios, a fin de contar con leyes más estrictas que prevean la instalación obligatoria en edificios públicos y de mucha concurrencia, de equipos de prevención y protección contra incendios; impulsar la capacitación y certificación de personal médico en atención especializada del paciente quemado y recomendar en las nuevas construcciones el uso de materiales retardantes al fuego.
Ambos invitaron a la población a crear una cultura de prevención y protección para reducir la pérdida de vidas, el impacto social y económico que provocan los incendios para evitar tragedias futuras causadas por éstos. Dieron a conocer que al igual que años anteriores, en esta ocasión llevarán a cabo del 30 de septiembre al 4 de octubre próximo, la 5ª Campaña Nacional de Protección Contra Incendios.