En la cuenca alta del río Atoyac se detectaron 15 metales pesados que exceden uno o más de los umbrales establecidos por Normas Mexicanas y extranjeras, entre los años 2009 a 2018. Según datos expuestos por el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga SJ de la Universidad Iberoamericana (Ibero Puebla).
Estos datos se destacan en la investigación “Diversidad y distribución de metales pesados en la cuenca alta del río Atoyac”. Se difundió en diciembre de 2022 por investigadores de la Ibero y la Facultad de Ciencias Biológicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla: Ángel S. Hernández , Romeo A. Saldaña Vázquez, Tamara Pérez-García y Gabriela Pérez Castresana.
El estudio analiza 15 diferentes investigaciones efectuadas en la última década, sobre todo a partir de 2015. En el documento se concluye que la presencia de estas concentraciones de metales pesados en la cuenca del Atoyac es una seria amenaza para la salud humana y ecosistémica.
ENFERMEDADES POR CONTAMINACIÓN DEL AGUA
En el caso de los humanos los metales en la cuenca del Atoyac “pueden ser tóxicos en concentraciones elevadas y provocar inhibición metabólica. Pueden causar a las poblaciones humanas varios tipos de cáncer, cirrosis, daño renal, retraso en desarrollo físico y mental de niños. Así como disminución de la fertilidad, daño a sistema nervioso periférico y central, entre otros efectos”.
Las quejas de los ciudadanos sobre los efectos en salud debido a la contaminación del río han aumentado en las últimas décadas. Sin embargo, a partir de 2020, no hubo información del gobierno sobre la incidencia, prevalencia y mortalidad de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT). Asociados con factores ambientales, ni en las necesidades de atención médica en el territorio, citan.
“A través de la investigación en ciencia de datos encontramos que la mortalidad por ECNT ha afectado significativamente en los últimos 20 años y son responsable del 76% de todas las muertes”.
“La gente joven son los más afectados y se están muriendo de una amplia variedad de ECNT, incluido el riñón Insuficiencia y leucemia linfoide”.
Alta concentración de arsénico y cadmio
La investigación de la Ibero Puebla y la BUAP señala que, 15 metales pesados superan los umbrales establecidos en al menos una de las normas ambientales y de salud de México, Canadá y Estados Unidos.
“Concluimos que la riqueza y composición de metales pesados en los ríos de la cuenca están asociados con sus fuentes de contaminación y el flujo del río a través de la cuenca”.
De estos elementos, el arsénico (As) y el cadmio (Cd) se destacan por exceder todas 231 las normas utilizadas, siendo emitidos por industrias en todas las regiones. La plata 232 (Ag), el aluminio (Al), el boro (B), el bario (Ba), el cobre (Cu), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), 233 el selenio (Se) y el zinc (Zn) superaron al menos una de las normas, siendo algunos de ellos 234 altamente ecotóxicos como el selenio (Se).
Entre las regiones con mayor proporción de observaciones de metales pesados destaca 278 la subcuenca del río Alseseca (ALR). El que esta subcuenca tenga una mayor proporción de 279 observaciones de metales pesados, sugiere que es una subcuenca con mayor frecuencia de 280 descargas de estos en la cuenca. En esta cuenca se ha reportado una mayor proporción de 281 metales como el Cr, Cu, V, y Zn. Finalmente, el tipo de actividad que realizan las industrias de 282 esa región (RETC).
La exposición de la población a estos metales se da por la cercanía de las viviendas con los ríos. Así como el uso de aguas contaminadas para riego de cultivos agrícolas.
Existen 710 estudios sobre contaminación del Atoyac
También se detalla que los 34 resultados de esta investigación podrían utilizarse para realizar acciones para proteger los 35 cuerpos de agua en la cuenca del río Atoyac. Además de reducir la contaminación por metales pesados.
Se destaca que a lo largo de los últimos 20 años se publicaron o realizaron 710 estudios relativos a la contaminación de la Cuenca del Atoyac. De los cuales 524 se descartaron por ser estudios cualitativos, 171 no relacionados con el tema de interés o duplicados.
De los 186 estudios restantes, 141 eran de 172 una región diferente a Puebla-Tlaxcala. Y 30 estudios no tenían datos relevantes para los 173 parámetros de interés. Los 15 estudios restantes se incorporaron en nuestra revisión.
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