Cáncer, insuficiencia renal y malformaciones congénitas entre las enfermedades que afectan a pobladores de Puebla y Tlaxcala que viven en la cuenca.
Debido a la contaminación de los ríos, en los últimos 15 años han muerto por cáncer 26 mil 400 personas que viven en los poblados cerca de la cuenca Atoyac-Zahuapan, señaló Octavio Rosas Landa, integrante de la Coordinadora por un Atoyac con vida e investigador de la UNAM.
Señaló que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que la mortalidad en los municipios de Puebla y Tlaxcala, que comparten la línea de agua que traza la cuenca, tienen el mayor índice de mortalidad por enfermedades crónico degenerativas.
En entrevista, señaló que en comparación con municipios que no tienen asentamientos industriales, la tasa de mortalidad por estas enfermedades es casi nula, lo que revela su asociación con la contaminación medioambiental.
“Con la mortalidad de 26 mil 400 personas significa que cada seis horas muere una personas de cáncer en la cuenca Atoyac-Zahuapan, y esto es un asunto muy grave porque solo estamos considerando una enfermedad, pero también hay reporte de personas con insuficiencia renal y con malformaciones congénitas. Hay una epidemia de enfermedades crónico degenerativas en cuenca que es una de las más graves del país”.
Denunció que las autoridades municipales, estatales y federales no han cumplido con una parte de la recomendación 10/2017 que emitió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre generar una política pública para la atención de los enfermos que viven cerca de los ríos.
“Esto no ha sido atendido por las autoridades estatales ni las federales, por lo que, a un año de la recomendación, esto significa la violación de la que establece la CNDH sobre los derechos a un ambiente sano y a la salud, así como la reparación del daño”.