Las restricciones por el COVID-19 han afectado a las Islas Galápagos cuya economía depende principalmente del turismo.
Los guardianes del llamado laboratorio vivo de biodiversidad más grande del mundo, sus habitantes, se han quedado sin recursos para sobrevivir y proteger los ecosistemas vitales de la isla, en medio de una crisis económica causada por la falta de turismo y el COVID-19. Una campaña impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo busca apoyar a estas personas promoviendo empresas ecológicas y dándoles la ayuda inmediata que tanto necesitan.
Las Islas Galápagos en Ecuador, patrimonio de la humanidad de la UNESCO que habría inspirado al mismísimo Charles Darwin la teoría de la evolución, y la segunda reserva marina más grande del planeta, reciben anualmente más de 200.000 visitas de personas que viajan de todas partes del mundo para disfrutar de su maravillosa diversidad biológica.
El turismo, menoscabado en 2020 por la pandemia de COVID-19 y las restricciones de viaje, es la principal fuente de ingresos de sus 33.000 habitantes, que ahora se encuentran en una situación compleja que afecta directamente su capacidad para proteger la flora y la fauna del llamado “laboratorio vivo de biodiversidad más grande del mundo”.
“El impacto mundial sobre el turismo por el COVID-19 ha afectado de manera radical la economía de todos aquí. Un 85% de nuestra actividad económica depende de manera directa o indirecta del turismo. Tuvimos 275.000 turistas en el 2019, y hubo una disminución de un 75% este año. Estamos en un proceso de reactivación lento”, aseguró el presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, Norman Wray, durante una conferencia de prensa virtual.
Wray señala que, aunque esperan que los números de turistas aumenten de manera progresiva en los próximos meses, la previa “normalidad” está lejana. En septiembre, habrían llegado un poco más de 1500 turistas; en octubre, unos 3300; y en noviembre unos 3700.
“De todas maneras son cifras mensuales mucho menores a las del año pasado, así que eso refleja con gravedad la situación que tenemos. Los habitantes están teniendo graves problemas de ingresos”, explicó.
Las restricciones por el COVID-19 han afectado a las Islas Galápagos cuya economía depende principalmente del turismo.
Recuperándose en comunidad
Para el director del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en América Latina, Luis Felipe López-Calva, es esencial recuperar la actividad económica en Galápagos de una manera que sea productiva, incluyente, resiliente, y amigable con el medio ambiente.
“Y sobre todo que sean las comunidades quienes lideren este proceso de desarrollo”, enfatizó
Norman Wray asegura que esto ya está ocurriendo, y que ha visto una respuesta interesante de algunos sectores de la comunidad en buscar una respuesta solidaria y colectiva para salir adelante.
“Con las autoridades seguimos trabajando en la base misma de la economía que es la salud, la salud y salud. Al COVID se le combate en la comunidad, no en los hospitales, lo que queremos es evitar que la gente en situación vulnerable se contagie”, dijo.
Teniendo en cuenta la grave situación, el PNUD en Ecuador junto con la Universidad San Francisco de Quito y el Consejo de Gobierno para el Régimen Especial de Galápagos elaboraron un proyecto para las Islas centrado en el apoyo a la recuperación económica de los habitantes de la isla.
“Estamos lanzando una campaña a la que invitamos a todos a participar para tener ciertas actividades de recuperación. Vamos a distribuir efectivo a cambio de trabajo, vamos a capacitar a empresarios e innovadores y vamos a empoderar a las comunidades para que sean ellas quienes protejan el patrimonio natural de Galápagos. Esperamos que todos puedan ser parte de este gran ejercicio”, aseveró López-Calva.
La iniciativa “Salvemos las Islas Galápagos: Empoderar a su gente”, invita a las personas de todo el mundo a donar a través de su página web para así recaudar fondos estilo crowdfunding, que serán invertidos en la comunidad a través de oportunidades de empleo, y proyectos de desarrollo sostenible que aportarán a la protección de la biodiversidad, el tesoro de las Galápagos.
“Invertir en la gente es invertir en la conservación, esto es muy importante. Tenemos que aprender de la pandemia todo esto que nos ayudara también a ser más fuertes frente a los impactos del cambio climático que se nos viene, o ya está aquí mejor dicho”, aseguró Norman Wray.
El presidente del Consejo de Gobierno de las islas asegura que se trata de un llamado a la acción colectiva que genera voluntad y apoyo a todos aquellos en Ecuador y en el mundo que aman Galápagos.
“Que lo conocieron o lo quieren conocer, o saben de él. Que sepan que aquí vive gente de carne y hueso que es la primera línea de defensa de este patrimonio natural, y que al serlo es ahora cuando necesitan un apoyo firme y comprometido que permita que esta iniciativa, que es inicial, pero va a demostrar que podemos conectar conservación con protección social y con trabajo y yo creo que de eso se trata, de fortalecer la ciencia y la lucha contra el plástico”, agregó.
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