El Poder Judicial de Puebla comienza a cambiar de rostro y de esencia. La pestilente cloaca en que los anteriores magistrados presidentes lo convirtieron vive una limpieza profunda.

Se han acabado privilegios, se han detectado las corruptelas, se ha echado a los aviadores y a los simuladores y hay procesos judiciales en marcha, que terminarán, con seguridad, con más de un personaje en la cárcel.

Mientras tanto, la Reforma Judicial que planteó el gobernador Miguel Barbosa Huerta avanza con firmeza, a pesar de los ataques de los insidiosos y de los amanuenses que escupen a quienes implementan los cambios, han quitado privilegios y han cerrado las puertas a la corrupción.

Varios cambios ha vivido el Poder Judicial, desde la aprobación de la reforma que planteó el gobernador Miguel Barbosa Huerta.

Antes de morir, jueces dialogaron con el gobernador. Los escuchó largo y con atención. Pidieron mejoras en sus condiciones laborales.

Barbosa les dijo que, como litigante que fue en un tiempo de su carrera, entendía a la perfección sus carencias y sus anhelos. Ofreció concretar esos cambios.

Aun en ausencia física, se ha cumplido su palabra: se mejoraron los montos de jubilación de los jueces, que se retiraban con pensiones de 2 mil 900 pesos al mes. Nadie quería, en esas condiciones, el retiro. Con mucha edad, por ello, algunos seguían en funciones.

De 2022 serán jubilados tres jueces y de 2023 otros tres. Todo ocurrirá en unos meses y se irán en condiciones dignas.

Se han generado también incrementos salariales de 20 por ciento, que recibirán en marzo, pero que serán retroactivos a enero.

Los emolumentos dignos para un juez son un elemento indispensable para contribuir a la pulcritud de la función jurisdiccional. Así se planteó en la reforma constitucional.

Sobre las condiciones de los 41 magistrados, ha habido también modificaciones profundas.

Se ha terminado con la concepción estamental, en donde había magistrados de primera, de segunda y hasta de tercera, como si se tratara de clases sociales, dentro del Poder Judicial.

Había magistrados que ganaban hasta 60 por ciento más que sus “pares” y que tenían a su disposición un amplio equipo de colaboradores. Incluso, algunos secretarios de acuerdos o secretarios proyectistas, de los magistrados privilegiados, ganaban más que muchos otros magistrados titulares.

Esto obedecía a un sistema de complicidades, compadrazgos y hasta nepotismo.

Hoy todos son iguales. El acceso a los equipos humanos es equitativo para los 22 integrantes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), los 9 del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), los tres de la Sala Especializada de Justicia Administrativa, los cinco de la Sala Constitucional y los cinco consejeros de la Judicatura (ahí solamente tres tienen calidad de magistrados, por la naturaleza de la integración).

La discrecionalidad desapareció en la conformación de la estructura de las salas y de las magistraturas, junto con el equilibrio de los emolumentos.

El tema, también planteado en el espíritu de la Reforma Judicial barbosista, elimina este eterno sentimiento de “injusticia laboral” en el Poder Judicial.

Por supuesto, y hay que ver la calidad abyecta e inmoral de los amanuenses que han utilizado para atacar, quienes perdieron sus privilegios están enojados, furibundos. No les justa que la justicia comience en casa.

Por eso se han venido quejando también, a través de sus tomadictado, de la revisión a los trabajadores por honorarios, que es donde estaban los aviadores; del reordenamiento administrativo, de la democratización del uso del estacionamiento, para funcionarios y ciudadanos; del rescate del Centro de Convivencia Infantil, de las manos de la corrupción y de decenas de acciones que buscan que la justicia sea de acceso universal en el estado de Puebla.

La lucha para que la justicia deje de ser una mercancía, se da todos los días, por eso los ataques.

El pasado 27 de enero, el presidente del Consejo de la Judicatura estatal, Carlos Palafox Galeana -aseguran fuentes de Ciudad Judicial-, sostuvo una reunión de más de dos horas con los nueve magistrados presidentes.

El encuentro, que comenzó con dudas y con cuestionamientos, terminó con acuerdos y mucha información de lo que, dentro de la implementación de la Reforma Judicial, se está llevando a cabo.

Las astillas se recogieron, los agraviosos se matizaron y se exhibió a los insidiosos. (Algunos despachan en el Poder Legislativo y también perdieron privilegios en el Poder Judicial).

Soplan vientos nuevos en el Poder Judicial de Puebla.

A veces como brisa fresca, a veces con tolvaneras, pero son necesarios.

Todos los partos son dolorosos.

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