La empresa textil, con más de 45 años de antigüedad, hizo una conversión ante la cancelación de pedidos de textiles para exportación a Estado Unidos.
La pandemia de Coronavirus afectó la cadena de producción, suministro y ventas de la empresa Lanera Textil S.A de C.V del municipio de Chiautempan, Tlaxcala, pero también representó una oportunidad para hacer una conversión en su labor y cambiar la fabricación de tilmas y cobijas por cubrebocas de alta calidad, lavables y reutilizables para combatir el COVID-19.
La Lanera Textil, tiene 45 años elaborando tilmas, cobijas, telas para uniformes y suéteres o canguros, cuenta con tres fábricas y talleres de costura, pero los efectos del Coronavirus obligó a parar su producción y mandó a descansar a los obreros luego de que tres de sus cuatro tiendas cerraron sus puertas por la contingencia y de que sus clientes cancelaron las ventas de exportación a Estados Unidos.
Sin embargo, ese escenario desafortunado por el que están pasando muchas empresas locales del ramo textil y otros, significó también una oportunidad para aportar algo al combate del Coronavirus con lo que también podrán mantener el trabajo del personal del área de costura y maquila con la confección de cubrebocas de alta calidad, lavables y reutilizables, que están elaborados con dos capas de tela 100 por ciento de microfibra de poliéster y una intermedia de tela nonwoven que es la que se usa para el respirador desechable quirúrgico.
En entrevista, con el Director Comercial de la empresa Lanera Textil, Erick González explicó que una vez que se cancelaron las ventas de exportación al cerrarse las fronteras y enfrentar la cancelación de pedidos, “entonces surge la idea de hacer un cubrebocas con la tela que tenemos en otra de las fabricas para hacer cobertor ligero, el diseño lo hizo nuestra Jefa de Diseño, Marisol Delgado que es de Tlaxcala también y quedó muy bien porque se adapta muy bien a la cara”.
Incluso, comentó que hicieron primero unas muestras que sometieron a dos pruebas; la primera fue con un aerosol para verificar su capacidad de retención de partículas, la cual fue exitosa pues con ello se comprobó la resistencia; y la segunda, fue con el aerosol, el cubrebocas y una flama frente a la mascarilla, con lo que confirmaron que no deja escapar las partículas más pequeñas pues la llama de la vela ni siquiera se movió. Con ello consideraron que si protege y que el nivel de filtración es bueno.
Y aunque reconocieron que no se trata de un cubrebocas N95, aseguraron que es de precio accesible, durable y lavable, que al seguir las instrucciones de lavado y secada puede durar de dos a tres meses.
De los precios, informó que el paquete de seis piezas para adulto está en 300 pesos, por lo que cada pieza sale en 50 pesos, en pedidos para empresas o gobiernos que son por mayoreo (5 mil piezas en adelante) el precio unitario sería de 20 pesos, la tienda se encuentra en el kilómetro 4 de la Carretera Santa Anta-Tlaxcala del municipio de Chiautempan.
La empresa tiene la capacidad de producir al día dos mil piezas, para lo cual trabajan siete personas desde sus casas en talleres de los municipios de Contla y Chiautempan, principalmente, con lo que la Lanera Textil ha evitado dejar a sus empleados a la deriva y conforme avance la demanda de los cubrebocas podrán ampliar su producción y con ello incluir a más trabajadores.
La pandemia de #COVIDー19 afectó la cadena de producción, suministro y ventas de la empresa Lanera Textil S.A de C.V del municipio de Chiautempan, Tlaxcala, pero también una oportunidad para cambiar las tilmas y cobijas por cubrebocas de alta calidad
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— URBANO (@urbano_noticias) April 14, 2020
A casi un mes de haber iniciado con la confección del cubrebocas, las ventas no han sido muchas, pero están buscando acercamientos con dependencias, gobiernos estatales, organismos públicos, organizaciones sociales, entre otros, y promocionando la venta individual desde su tienda y redes sociales (@SIENACobertores) además de Mercado Libre. Erick González, agregó que se han acercado a pedir informes representantes de los gobiernos Hidalgo y Sonora, y de dependencias federales, pero que buscan productos desechables con precios de 14 centavos hasta un peso de menor calidad y de un solo uso.