La Universidad Iberoamericana Puebla y otras organizaciones defensoras de derechos humanos, exigen la reunificación de familias migrantes agredidas en Palmar de Bravo y una investigación contra los agentes del Instituto Nacional de Migración (INAMI) que montaron un operativo violento el domingo 4 de febrero.
La institución educativa señaló que al menos 100 integrantes de diferentes familias fueron separados y trasladados a otros estados del país ubicados en el sureste, mientras que el resto se quedaron varados en San Isidro Monterrosas.
Se solicita el otorgamiento de Tarjetas de Visitantes por Razones Humanitarias para las familias que se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad, y que intervengan la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH) y de la Procuraduría Federal de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, además del Gobierno del Estado.
De acuerdo con un comunicado firmado por otras organización, además de la Ibero Puebla, se exige que se preserve la unidad y se garantice la reunificación familiar, «sobre todo en aquellos casos en que se trate de niñas, niños o adolescentes que viajan en compañía de sus madres o padres».
«Se pide a las instituciones gubernamentales, de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil y la iniciativa privada en la región, para concebir e implementar alternativas humanitarias y no violentas para todas las personas obligadas a migrar forzadamente lo que las pone en una posición de alta vulnerabilidad».
El comunicado esta firmado por la Ibero Puebla, así como el Programa Universitario en Migración la Red Jesuita con Migrantes México (RUM MX), la Red Franciscana para Migrantes la Casa de Atención a Desamparados en la ciudad de Puebla y el respaldo de la Red de Atención Integral de Migrantes (RAIM).
También se suman la Red de Documentación de Organizaciones Defensoras de Migrantes y la Red Pedro Pantoja zona norte.
Se condenó el uso de la violencia, pues los agentes de INAMI golpearon «a personas, incluso niños, adolescentes, mujeres embarazadas y personas con enfermedades neurológicas, utilizando bastones de corriente eléctrica Taser y separando familias enviando algunos de sus personas integrantes a otros estados del sur de México».
Cabe mencionar que los migrantes agredidos viajaban en una caravana de unas 350 personas que ingresó el día sábado 3 de febrero en Cañada Morelos proveniente del estado de Veracruz. Ese día fueron escoltados sin ningún problema por elementos de la Guardia Nacional que los dejaron en dicho municipio donde pasaron la noche.
Al día siguiente, tras descansar, retomaron el camino y al llegar a Palmar de Bravo ya eran esperado por agentes del Instituto Nacional de Migración (INAMI) con apoyo de Guardia Nacional, subieron por la fuerza a las personas sin importar si eran menores o mujeres, y hasta bebés, según dijeron las mujeres que denunciaron los abusos.
Desde el domingo, los migrantes que quedaron están ahora varados en la plaza centra de San Isidro Moterrosas donde los vecinos los apoyan con alimentos y ropa, mientras descubren cómo encontrar a sus familiares.
Se sabe que la CDH Puebla ya los visitó para recabar las quejas y atender el caso como corresponda.
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