El Frente Radical Feminista realizó manifestación separatista y se unió al luto nacional por la desaparición de mujeres y feminicidios
“Mira hijo esas mujeres van a asaltar al primer pendejo que se les ponga enfrente por eso van encapuchadas”, así le dijo un hombre que no pasaba de los 30 años a su hijo de unos seis años. Ellos estaban parados en la esquina de la 7 poniente y la 16 de septiembre y en la acera de enfrente caminaban una decena de mujeres del Bloque Negro Feminista de Puebla rumbo al zócalo.
Este 18 de mayo colectivas feministas y defensoras de derechos humanos de todo el país declararon día de Luto Nacional por la escalada de desapariciones de mujeres y feminicidios que el estado mexicano invisibiliza y Puebla no fue la excepción.
Una protesta separatista, es decir en donde no se acepta la presencia de hombres, sirvió como marco de protesta para que el Frente Feminista Radical del Puebla gritara los nombres de las 38 mujeres víctimas de feminicidios durante lo que va de este 2022.
“No soy pacifista, no me exijan cosas que no ofrezco. No pedí un pedestal, ni lo merezco. Soy como las otras hartas de andar con miedo, agresiva, porque es la forma en que me defiendo. No tengo privilegio que proteja este cuerpo. En la calle creen que soy un blanco perfecto”
Así sonaba la canción “Ni una menos” de Rebeca Lane, mientras las manifestantes, vestidas de luto colocaban en silencio pancartas con consignas en la escultura monumental “Tú” de José Rivelino, colocada en el zócalo de Puebla, al tiempo que las bloque negro con altavoces llamaban a los paseantes y representantes de los medios de comunicación, hombres, a retirarse del espacio público.
“Las feministas separatistas no creemos en los aliados hombres. ¡No existen! Nos dicen revoltosas, pues sí defender mis derechos es ser revoltosa, seré revoltosa toda mi vida. Dicen que todas las feministas somos lesbianas y ¿qué creen?, yo sí soy lesbiana pero no ando comprando pornografía como ustedes. Mientras sigan consumiendo pornografía habrá trata de mujeres. No nos hagamos pendejos lo que hay en las casonas del centro histórico no es trabajo sexual es explotación sexual de niñas e indígenas”.
Tras guardar un minuto de silencio por las muertas de todo el país, siguieron las consignas contra el gobernador Miguel Barbosa Huerta, asegurando que dentro de su agenda de trabajo no está la defensa de las mujeres ni el cese de los femicidios.
Las activistas encapuchadas aseguraron que en la Fiscalía General del Estado (FGE), dependencias estatales y municipales que se dedican a la atención de mujeres, existen personas incompetentes porque no cuentan con el perfil y su cargo lo deben a que invirtieron recursos en campañas políticas.
“Cómo piensan que estos hombres van a atender nuestros casos con perspectiva de género. No tienen ni idea. Lo único que hicieron fue pagar lonas, comidas y dar dinero a candidatos “.
Minutos después la madre de Linda Valdez Hernández, estudiante de enfermería en Tehuacán, quien el pasado 11 de mayo fue hallada muerta en su domicilio en dónde fue detenido su novio, Juan Carlos, a quien horas después, las autoridades, dejaron en libertad, gritaba con dolor su pena.
Fueron visitadores de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla, quienes escucharon a la mujer señalar que el Ministerio Público Emanuel Hernández recibió 50 mil pesos para soltar al probable responsable, mientras el cuerpo de la joven fue retenido por tres días en el anfiteatro y entregado en estado de putrefacción.
Al lado un grupo de feministas radicales tocaban la alerta feminista con batucada, otras explicaban que no le van a cortar “el pito” a los hombres, como se piensa, sino que solo quieren ser respetadas y tratadas como iguales.
Así por más de dos horas las feministas se apropiaron del espacio público con sus manifestaciones de lucha y de dolor por sus hermanas muertas, Otras hermanas mujeres, las policías estatales esperaban aun costado del templo de Santa Inés, en la 3 sur y 11 poniente, la instrucción de repeler a las feministas si salían de la plancha del zócalo.
A las siete de la noche las uniformadas eran bajadas de camiones en la Dirección General de la Policía Estatal Preventiva, ubicada en el barrio de Analco. “No hubo necesidad de accionar, las encapuchadas no avanzaron” dijeron antes de irse a descansar.