Con mariachis, flores, cánticos, gritos y vendimia de comida, fue como se reunieron en el templo de Santa Mónica

Con mariachis, flores, cánticos, gritos y vendimia de comida, fue como cientos de personas se reunieron en el templo de Santa Mónica, ubicado la calle 5 de mayo y avenida 18 Oriente para celebrar al Señor de las Maravillas, pero, sobre todo, para pedirle y rezarle por su salud y felicidad.

Urbano dio un recorrido alrededor de toda la aglomeración donde se pudo percibir como gente hacía enormes filas en medio de un calor infernal, solo para entrar al templo y ver la figura de frente.

Para socorrer el calor, muchos visitantes regalaron comida, además de varios artículos como llaveros, playeras, vasos, y pulseras.

La mayoría de la gente era de la tercera edad, quienes revelaron que la figura era importante por haberles cumplido milagros desde hace 20 años o más.

Entre los milagros que pedían estuvieron: curarlos de la depresión por abandono, recuperar sus viviendas y quitarles enfermedades.

Doña Josa, que lleva 17 años rezándole, entre lágrimas, confesó pedirle curar su depresión por el abandono que sufrió de su esposo hace medio año, y curar su diabetes.

“Le pido por mi salud y mi familia, por mi esposo que me dejó abandonada, tengo depresión, estoy enferma, rezo por mis hijas y nietos, estoy enferma de mi azúcar, le pedí por mi salud y que estemos bien, que estemos bien mis nietos”.



Guadalupe Benítez Luna, a quien le amputaron una pierna por un accidente que sufrió, reveló que llevaba 5 años rezándole y que era su amor, por lo que le pidió por su salud y por haberla dejado vivir más tiempo de lo que el doctor le había dicho.

“Es el amor de mis amores, tengo ya 5 años viendo a verlo y aunque sea un poquito le vengo a repartir a las personas… Es muy milagrosa y divina, siempre le he venido a pedir por mi salud, hace dos años me amputaron la pierna y vine a darle gracias. Cada año vengo a dejar un poquito de lo que dios me da, él nos socorre y hay que dar un poquito”.

Otra señora que no dio a conocer su nombre, oro por la salud de la población, pues indicó que le pedía quitar el virus del Covid.

“Más que nada venimos a pedir salud y que pedirle que quita ya a toda la gente el virus que no nos deja, más que nada darle gracias a dios, tuve un accidente hace 20 años y él me levanto”.

Entre ellas contaron que la imagen fue ganada por las monjas Agustinas tras una rifa, y que su veneración nació de la fe por tener un milagro. La leyenda dijeron desconocerla: “Únicamente sé que cuando estaba el penal acá saco una canasta de maravillas”, pero aun así afirmaron que creen y seguirán creyendo en él.

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