De acuerdo con el IMSS, por el caso se llevan a cabo dos investigaciones paralelas.
Con la exigencia de justicia, familiares y amigos dieron el último adiós a «Lazarito», el menor que nació prematuro en el Hospital General 20 de La Margarita, quien fue declarado muerto por personal médico, a pesar de que su padre detectó que aún presentaba signos vitales.
Lazarito fue sepultado ayer en la comunidad de Xococuautla, del municipio de Tlatlauquitepec, en Puebla, donde decenas de personas acudieron para darle el último adiós entre lágrimas y muestras de solidaridad con los padres, para quienes pidieron justicia por la presunta negligencia médica cometida.
“Llegaremos hasta las últimas consecuencias para saber qué es lo que ocurrió en verdad en el nacimiento de Lazarito”, aseguraron Santiago y Elisa, padres del menor fallecido.
“Acusamos directamente a los doctores que atendieron desde el principio el nacimiento de mi hijo; dejaban a mi esposa Elisa sola por espacios de entre 15 y 20 minutos y se la pasaban mirando sus celulares sin darle atención, aún cuando escuchaban a mi esposa gritar por los dolores del parto”, relató Santiago Albino, padre del menor de cinco meses.
El pasado 21 de octubre, personal del hospital dio por muerto al recién nacido, el cual fue entregado a una funeraria, y cuando acudió el padre a recoger el cuerpo se percató de que aún estaba vivo.
Un día después, el instituto reconoció en un comunicado que se había atendido un parto prematuro, del cual nació un bebé de 23 semanas de gestación, pero aseguró que “se aplicaron los protocolos de recién nacido prematuro extremo, pero no presentaron signos vitales, por lo que se certificó el fallecimiento”.
Lazarito fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del centro médico, donde permaneció las últimas cinco semanas con pronóstico reservado hasta que el pasado viernes se reportó su fallecimiento.
Ayer en el panteón de Xococuautla, entre lágrimas, doña Elisa afirmó que al momento del nacimiento del menor, los doctores nunca le mostraron a su hijo, aunque ella sintió que su hijo nació vivo.
Santiago y Elisa aseguraron que el único momento en que las autoridades estatales tuvieron contacto con ellos fue para ofrecerles el traslado de su bebé al Hospital del Niño Poblano, lo cual, por implicar un riesgo para la vida del menor, rechazaron.
Se investiga por todos lados
De acuerdo con el IMSS, por el caso se llevan a cabo dos investigaciones paralelas.
Por una parte, se efectúa una investigación con la constancia de hechos y el expediente clínico y, de manera paralela, el caso es analizado por el Comité de Ética de la Oficina de Representación en Puebla del IMSS.
Por su parte, el gobierno estatal interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía General del estado (FGE), según informó el gobernador Miguel Barbosa Huerta, días después de los hechos.
Además, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación tras la queja que interpusieron los padres en la instancia de Derechos Humanos local.