as peregrinaciones no han ido variando mucho a lo largo de la historia, pues siempre ha mantenido el mismo sentido
De acuerdo con la Iglesia católica, las peregrinaciones se remontan al siglo IV, tomando como referencia las más famosas de la época, en las que se tenía como destino Roma, Tierra Santa y las tumbas de los mártires.
Sin embargo, no fue hasta los siglos V-VII que las peregrinaciones en honor a la Bienaventurada Virgen María comenzaron a cobrar fuerza, hasta llegar a las que conocemos actualmente, como las de la Basílica de Guadalupe.
La primera peregrinación a la Basílica de Guadalupe se documentó en 1864, cuando Maximiliano y Carlota decidieron que su primera recepción oficial fuera a este Templo.
En ella, caminaron por la calzada de Guadalupe, mostrando su respeto por la Virgen.
El 25 de marzo de 1695, se inició la construcción del Templo Expiatorio a Cristo Rey, conocido como Antigua Basílica de Guadalupe.
Fue terminado en abril de 1709; no obstante, a principios del siglo XIX, el reciento sufrió graves daños, por lo fue hasta el 12 de octubre de 1976 que se consagró la también llamada Villa de Guadalupe.
Según indican los feligreses, las peregrinaciones representan una oportunidad para recontarse con la historia, así como agradecer su camino en el mundo terrenal, estimulando un culto integral a Dios al realizar el recorrido entre cantos, música y convivio.
Las peregrinaciones no han ido variando mucho a lo largo de la historia, pues siempre ha mantenido el mismo sentido, únicamente ha cambiado de Templo sagrado.
Actualmente, la más famosa a nivel nacional es la que tiene como destino la Basílica de Guadalupe en la CDMX.