Ingrid y Erick Francisco eran de Necaxa, comunidad popularmente conocida como Canaditas, y vivían en la capital del país, donde, incluso, ayudaron a los damnificados del sismo.
Una misa de cuerpo presente en honor de Ingrid Escamilla se llevó a cabo en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Nuevo Necaxa, comunidad de Juan Galindo, en cuyo Panteón Municipal fue sepultado.
Gloria, una de tantas jóvenes que acudió este martes al templo de este municipio de la Sierra Norte de Puebla, consideró que el caso de Ingrid debe servir para que ya no haya feminicidios; “nadie está exenta, a cualquiera nos puede pasar, hay que cuidarnos todas”, dijo.
En tanto, su madre Gloria Lozada contó que conocía al ingeniero civil y ex empleado de Luz y Fuerza del Centro, que habría matado a la reina de belleza de la región en 2013, de quien dijo que era una persona tranquila, por lo que admitió su sorpresa por la comisión del crimen; “era sobrino de mi cuñada y a como yo lo conocía era una persona tranquila y no se si se desvió cuando se fue de aquí”; de ella, «era muy estudiosa y buena persona».
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Y es que Ingrid y Erick Francisco eran de Necaxa, comunidad popularmente conocida como Canaditas, y vivían en la capital del país, donde, incluso, ayudaron a los damnificados con el temblor de septiembre de 2017.
Este martes, en el edificio religioso, el sacerdote pidió oraciones para el eterno descanso de Ingrid; al final, algunos dolientes pidieron a los reporteros que informaran “con respeto”, luego de que en redes sociales se difundieron fotografías explícita del asesinato, lo que irritó a la comunidad.
Después de esta petición, el cortejo fúnebre partió hasta el Panteón Municipal, docenas de sombrillas protegieron a una parte de las mujeres que acompañaron la carroza que llevó el ataúd de madera hacia el camposanto, donde no faltaron niños, ni hombres con coronas y arreglos florales.
El silencio pareció por momentos, como un mensaje para comprender el dolor de una familia impactada por la noticia, pero más por las imágenes replicadas por todos lados, por un video de una persona conocida por varios, con el torso desnudo, manchado de sangre, confesando su homicidio, las causas y el plan para tratar de ocultar el delito.
La abogada de los deudos pidió también respeto a los medios de comunicación y solidaridad de la gente; incluso, dijo que los deudos sólo declararán ante la Fiscalía General de la Ciudad de México.
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