Principalmente por sus compañeros de clase y escuela, pero también de directivos, docentes, y personal de apoyo.
El Diagnóstico Nacional sobre Discriminación en México, reveló que en Tlaxcala el 52 por ciento de los estudiantes encuestados de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI+), han sufrido algún tipo de discriminación por parte de sus mismos compañeros y compañeras de clase y escuela, además por docentes, directivos y personal de apoyo.
En el diagnóstico elaborado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y la Fundación Arcoíris, revelan que a través de la aplicación de encuestas se hizo evidente que el espacio donde más discriminación enfrentan las personas LGBTTTI+ fue la secundaria con el 37 por ciento; seguida de la preparatoria con el 20 por ciento; y consecutivamente la primaria (14 por ciento).
“Siendo por tanto la educación básica y media superior los espacios donde más se registró discriminación contra las personas LGBTI”, señala el estudio realizado en el año 2018.
Para el caso específico de Tlaxcala, se encuestaron a 104 personas de las cuales el 42.12 por ciento eran estudiantes universitarios, de ellas y ellos el 34.38 por ciento dijeron ser bisexuales, el 50 por ciento heterosexuales, 64.29 por ciento homosexuales y 60 por ciento lesbianas.
De la muestra, para el caso de diagnóstico de discriminación en el sector educativo, el 52 por ciento de las personas encuestadas afirmó haber sufrido algún tipo de discriminación, principalmente por parte de sus compañeros de clase y de escuela, pero dijeron que también se han registrado algunas acciones cometidas por directivos, docentes, y personal de apoyo.
Respecto al tipo de discriminación, enlistaron los siguientes: Exclusión de actividades culturales, deportivas, y de espacios de participación, golpes, insultos, agresiones, burlas, rechazo. Pero además el 13 por ciento contestó que también han sido blanco de abusos de autoridad como negativa de las autoridades escolares para reinscribirlos, alargan sus trámites, dificultan obtención de permisos, entre otros.
Incluso, señala que el 10 por ciento ha vivido procesos de intimidación por su apariencia homosexual o gay; mientras que el 40 por ciento dijo haber sufrido acoso y abuso; mientras el seis por ciento aseguraron haber sufrido lesiones como nalgadas, cachetadas o tocamientos violentos a sus órganos sexuales.
“Los resultados obtenidos evidencian el sexismo, homofobia y transfobia prevalecientes en el sistema educativo, en las familias y en la sociedad; el sistema escolar no puede desentenderse ni lavarse las manos frente a los aspectos abordados. Las y los jóvenes LGBTI son quienes más crucialmente viven esta realidad tanto en la familia como en la escuela, espacios donde pasan la mayor parte de su tiempo, y donde van a buscar información, conocimientos, apoyo y valores”, sentencia el diagnóstico.