Desde 2012, año en que se tipificó el feminicidio, sólo hay tres carpetas de investigación y ninguna sentencia.

Son 104 los feminicidios que las asociaciones civiles del estado han registrado desde 2008. Asimismo, desde que se tipificó en 2012 el feminicidio en Tlaxcala, solo existen tres investigaciones abiertas y ninguna sentencia condenatoria. Lo grave, dicen las organizaciones no gubernamentales, “es que lo que no está presente en la memoria está condenado a repetirse».

Durante la “Jornada en México por la Memoria y el Compromiso con las Víctimas de las Mafias”, las organizaciones se sumaron a la conmemoración que nació en Argentina tras la larga lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Recordaron que en Tlaxcala también hay desaparecidas, si bien no en el contexto de las dictaduras latinoamericanas, la desaparición de mujeres y niñas se da en el contexto local de la trata de personas con fines de explotación sexual, violencia de género y feminicidio.

Con pancartas y letreros colocados en la plaza de la capital, señalaron que no se debe olvidar a las 104 mujeres asesinadas en los últimos 10 años, porque “el olvido es una forma de normalizar la violencia, la explotación y la impunidad”, dijo Emiliano Ciotti de la organización italiana Libera.

Las organizaciones Red Retoño, Colectivo Mujer y Utopía, Biofilia, Libera Internacional y la Brigada Humanitaria Marabunta, realizaron la jornada cultural para recordar a las víctimas y señalar que en Tlaxcala “es necesario visibilizar lo que sucede para transformar la indignación en acción y acceder al derecho a la justicia, la reparación del daño y la no repetición”, dijo Edith Méndez Ahuactzin directora del Colectivo Mujer y Utopía.

Karla Romero Tezmol y César Manuel González Hernández fueron los nombres que para las organizaciones representan los modos en las que el Estado desaparece a los jóvenes o el modo en el que permite, por omisión de las autoridades, la explotación y la desaparición de mujeres y niñas.

“El caso de Karla Romero sigue y seguirá siendo representativo porque muestra cómo las autoridades desaparecieron pruebas importantes para su localización y, hoy, a dos años, seguimos buscándola¨, refirio Miriam Pascual de Red Retoño.

«Voz y canto» para las desaparecidas, para mantenerlas en la memoria y continuar exigiendo justicia, así lo advierte la poeta Teresa González Cuamatzi.

 “Lloramos tus cantos colectivos

Hermanas de sueño y de espantos.

Hijas de mi patria solitaria

Tumultuosos lamentos en olvido.”

 “Pero no estamos cansadas, quiero que sepa ella en donde esté que la seguiré buscando”, concluye Olga Tezmol, madre de Karla Romero.

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