Los embarazos en niñas y adolescentes ya son una pandemia que afecta a diez municipios del estado de Puebla. Según datos del Observatorio Ciudadano del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), durante 2022 se atendieron 8,121 embarazos entre niñas y adolescentes de once a dieciocho años.
De acuerdo con un reporte publicado este martes, se destaca que el año pasado hubo 6 casos de embarazos infantiles en niñas de solo 11 años de edad; 26 en niñas de 12 años y 114 en niñas de 13 años.
En el caso de jovencitas de 14 años se reportan 506 embarazos; mientras que en el grupo de 15 años hubo mil 390 y en adolescentes de 16 años un total de 2 mil 511 embarazos.
La mayor proporción de embarazos en adolescentes se presentó en jovencitas con 17 y 18 años de edad, con 3,568 y 4,503 casos, respectivamente.
Si bien, la edad legal que marca la mayoría de edad es 18 años, una mujer es fisiológicamente aún considerada una adolescente porque le falta maduración a su cuerpo para gestar lo que eleva los riesgos de cursar embarazos que pongan en riesgo la vida de la madre.
Este aspecto de salud es el que se considera para contabilizar los embarazos en mujeres de 18 años.
Los municipios con más embarazos de niñas y adolescentes
De acuerdo con la información de IGAVIM, es en los municipios con mayor población donde se concentra la cifra más alta de embarazos infantiles y de adolescentes.
El primer lugar lo ocupa el municipio de Puebla con 1,948 embarazos en niñas y adolescentes entre los 11 y 18 años de edad; seguido de Tehuacán con 747 casos; Atlixco con 336; Texmelucan con 319 y Teziutlán con 307 embarazos.
Asimismo, otros municipios con alta incidencia de estos embarazos son: Amozoc, Cuautlancingo, Huauchinango, San Andrés Cholula y San Pedro Cholula.
Estas cifras se comparten debido a la preocupación constante que existe sobre los embarazos a temptrana edad, no solo por el riesgo de salud que implica en las niñas y adolescentes, sino el motivo de estas concepciones que en muchos casos son por abuso sexual, sobre todo en las más pequeñas.
También el embarazo en niñas y adolescentes implica el abandono de sus estudios y que queden truncos los proyectos de vida, lo que impacta en una mala calidad de vida para sus hijos.
En el caso de salud, las madres adolescentes, de 10 a 19 años, tienen mayor riesgo de eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas que las mujeres de 20 a 24 años, y los bebés de madres adolescentes tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal grave, esto según datos de la Organización Mundial de la Salud.
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