Tenían confianza en el producto, tanto vendedores como consumidores.
¿Usted ha tomado alguna vez refino? Seguramente, no. El refino es un aguardiente de caña con alta con alta concentración de alcohol, más que el tequila, más que el mezcal, más que la charanga, mucho más. No se toma solo. Siempre se combina.
Con un chorizo de refresco de sabor o se deja reposar con hierbas o es base del vino de frutas o se agrega al te de hierbas y de frutas. Muchas veces se recomienda para el dolor de estómago.
De esta manera, en la entidad es posible encontrar refino en las faldas del Popo, en la zona semidesértica de la Mixteca, en los bosques de la Sierra Norte, en todas las regiones del estado.
El refino es tan común que se vende en la tiendita de la esquina, a granel o en copas. En los pueblos se ve normal que alguien compre una golosina y llegue otro por un litro de refino, que uno más pida unas frituras y después entre alguien para pedir su copa y se la beba ahí mismo con refresco de grosella, despacito o de golpe.
Es más, esas golosinas y frituras regularmente cuestan más que un ‘shot’ (aunque nadie lo llama así) de refino, cuyo precio oscila en cinco pesos, aproximadamente.
De esta manera, en Chiconcuautla, como en Huaquechula, en Xochitlán Todos Santos, como en Zacatlán, en Tepexco como en San Francisco Totimehuacán, los vecinos saben donde se vende refino, casi todos saben, hasta conocen el nombre del dueño o la dueña de las tiendas. Estos negocios no nacieron ayer.
Su actividad clandestina no inició este año, date de décadas atrás, por lo que los primeros sorprendidos en la muerte de 51 personas por tomar alcohol adulterado, principalmente, fueron ellos, porque siempre lo habían vendido refino y nunca nadie se había enfermado, mucho menos muerto. Tenían confianza en el producto, tanto vendedores como consumidores.
Por lo anterior, el gobierno estatal debe centrar su atención en el origen de esta bebida que nada tuvo de espiritosa, que tuvo como base metanol, que prácticamente fue veneno.
En tanto, los ayuntamientos deben darse cuenta que la tolerancia de estas actividades al margen de la reglamentación municipal, causan muertes, que no pueden hacerse de la vista gorda, porque su omisión también es causante de los decesos, de medio ciento de muertes. Y recuerde: nadie es completamente bueno, ni completamente malo