El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) entregó a BUAP títulos de concesión para operar canales de televisión pública en Puebla y Tehuacán.
En la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) están preocupados. Más en Rectoría, porque el gozo puede irse al pozo.
Le explico.
La semana pasada el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) le entregó a la institución títulos de concesión para operar canales de televisión pública en las ciudades de Puebla y Tehuacán.
El rector Alfonso Esparza Ortiz consideró que este proyecto «representa una gran oportunidad para la difusión de las actividades sustantivas de nuestra Institución”.
Hasta ahí, pura felicidad y vaya que lo es.
El problema no tienen relación con las televisoras.
El problema tiene que ver con la radiodifusora con la frecuencia de 96.9 MHz en FM, indicativo XHBUAP–FM.
Cabe recordar que la radiodifusora obtuvo autorización para transmitir en frecuencia modulada el 3 de marzo de 1997.
El 25 de agosto de 1997, inició de manera formal sus transmisiones con 20 watts de potencia. El rector de ese entonces era José Marún Dóger Corte.
En 2009, renovó la concesión, la cual vence ahora el 3 de marzo de 2021.
Sin embargo, de acuerdo con la legislación vigente, la máxima casa de estudios tuvo que iniciar el trámite a finales de 2018, casi 3 años antes del vencimiento y no lo hizo.
La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión establece en su artículo 113 que «la concesión única podrá prorrogarse por el instituto, siempre y cuando el concesionario lo hubiera solicitado dentro del año previo al termino de la última quinta parte del plazo de vigencia de la concesión…»
Una redacción extraña, pero nada que las matemáticas no puedan resolver.
Entre 2009 y 2012 hay 144 meses. Cada quinta parte tiene 28.8 meses. De tal suerte que la última quinta parte de este plazo empezó en los últimos días de noviembre de 2018.
La BUAP no hizo el trámite en 2018 y ya habían transcurrido algunos meses de 2019 cuando descubrieron que estaban en problemas.
Sin remedio, solicitaron la prórroga a destiempo y ahora el Pleno del IFT tiene 180 días para resolver en consecuencia.
Los comisionados encabezados por Gabriel Contreras Saldívar tienen la última palabra.
¿Habrá malas noticias?
A qué hora murieron…
Por otra parte, este lunes, La Jornada de Oriente y Proceso publicaron las actas de defunción de la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle. Los documentos fueron elaborados tres horas después del desplome del helicóptero en Coronango el pasado 24 de diciembre. La información publicada por las reporteras Kara Castillo y Gabriela Hernández retoma que el 28 de febrero de este año, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) apuntó como hora de la caída de la aeronave entre 14:36 y las 14:39 horas.
En cambio, las actas de defunción tanto de Alonso Hidalgo como de Moreno Valle, expedidas por el Registro Civil de Puebla con los números de folio 697,411 y 697,413, respectivamente, establecen la defunción a las 17:25 horas; es decir, casi tres horas después.
Dicen los que saben que el desfase entre el desplome y la redacción de las actas de defunción no es algo extraordinario, sino, por el contrario, normal. El primer documento indica la hora del accidente, ni siquiera cuando se llevó a cabo el levantamiento de cadáveres y el otro refiere al momento en que el médico forense redacta sus conclusiones y expide el acta.
Sin embargo, este nuevo dato nos anima a repensar si algún día sabremos qué pasó.
Y es muy posible… que no
.
Y recuerde: Nadie es completamente bueno, ni completamente malo