En todas esas ocasiones, los ayuntamientos sólo han suspendido las actividades de la agrupación.
¿Cómo perdió el ISSSTE más de 2 mil metros cuadrados en Villa Verde, ese que ocupa actualmente el Tianguis de Autos de Villa Verde?
La organización encabezada por Carlos Talavera Pérez, quien fue detenido (otra vez) en agosto del año anterior, acusado por los delitos de lesiones, robo y privación ilegal de la libertad, rentó el inmueble en 2002, supuestamente.
Desde entonces a la fecha, el negocio ha sido clausurado cuatro veces. En todas esas ocasiones, los ayuntamientos sólo han suspendido las actividades de la agrupación. En contraste, Talavera y sus “socios” ampliaron el predio.
Para cumplir su objetivo, desapareció las tres calles que conectaban la 56 Norte y la avenida del Bosque. No importó que las tres calles tuvieran postes de la Comisión Federal de Electricidad y, obvio, las líneas de conducción tendidas, como tampoco que estuvieran pavimentados los arroyos y que estuvieran construidas las guarniciones.
Con malla ciclónica, fueron bloqueadas las tres calles, pese a que una daba acceso al estacionamiento de lo que se llamaba Gigante y después Soriana, la cual cerró ante la falta de clientes.
La operación del Tianguis de Autos de Villa Verde es prácticamente el único negocio pujante de la zona, en contraste con el deterioro de los alrededores y la quiebra de los micro negocios. Y cómo no, si sólo cuando abre este Tianguis hay operativos de la Fiscalía General de Justicia y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, tanto de policías como de agentes viales.
Los uniformados impiden que se vendan automóviles en el perímetro, donde los tianguistas pueden colocar piedras y llantas para bloquear la competencia en la comercialización de unidades. Este domingo, el Tianguis de Autos de Villa Verdes estuvo cerrado.
Y la agrupación de Talavera emitió un comunicado, debido a que “en los últimos días se han difundido rumores y calumnias para desacreditarnos”. Según este boletín, “nuestro tianguis ha permanecido cerrado desde el momento en que el Ejecutivo Federal emitió la Declaratoria correspondiente, y en cada momento, hemos seguido y respetado las disposiciones del gobierno federal, las disposiciones en materia de salubridad, así como las de nuestras autoridades estatales y municipales”.
Pero, no. El Tianguis cerró por primera vez este domingo.
Pero no inhibió la venta de autos. En los alrededores fue posible la comercialización de unidades. Y cómo los uniformados brillaron por su ausencia, aquello se convirtió en un día de campo, en una reunión de cuates, en una kermesse… Con sombreros de palma de ala ancha y la cerveza en lata o en vaso de cartón, algunos escarchados, era posible detectar a los coyotes.
No faltó el ron barato mezclado con refresco de cola y agua mineral. Para las 7 de la noche, cuando todavía había luz, la reuniones de los vendedores requirieron sanitarios que sólo se suplieron con el uso de la vía pública.
Un foco de infección en plena contingencia epidémica que pasó desapercibido para las autoridades sanitarias y de seguridad; pero no para los vecinos de la unidad habitacional Villa Verde, que desde sus departamentos, desde su aislamiento veían con extrañeza lo que pasaba, sin que nadie haya podido poner un alto.
Quédate en casa, ajá En la coyuntura, el Tianguis de Autos de Villa Verde demuestra una vez más la necesidad urgente de su reubicación Para reactivar la economía de la zona, para mejorar el nivel de vida de los vecinos, para impedir que haya contagios de COVID-19… Seguramente, algo se podrá hacer en esa superficie Y recuerden: Nadie es completamente bueno, ni completamente malo