Últimamente existe mucho material en redes enfocado a hombres jóvenes que los trata como “hombres proyecto”, como hombres en proceso de ser exitosos, millonarios y emprendedores, haciendo ver que quienes realizan estos materiales son todo eso y son inspiración para todos aquellos que quieren convertirse en “hombres de alto valor” pero detrás de todas esas ideologías existe un riesgo del que ya advierten en algunos estudios, la Universidad Complutense de Madrid, donde se habla de un retroceso de los movimientos feministas a causa de estas ideologías.
No hace falta ver mucho material al respecto para darnos cuenta que son hombres que buscan un estereotipo de mujer a la que puedan “educar” o “guiar” y que debe ser agradecida, ser más joven y sobre todo, muy femenina, lo cual obviamente nos lleva a preguntarnos a qué se refieren. Para este grupo de hombres, las mujeres “femeninas” no son mujeres en primer lugar, pues siempre son más deseables las más jóvenes con cara de niñas y al parecer, con comportamiento de niñas, pues son agradecidas, les gusta ser guiadas por ellos, les dan paz (lo traduzco como que no expresan lo que no les gusta), son serviciales, no tienen experiencias sexuales previas, están en su “mejor momento” lo que significa tener menos de 20 años. La pregunta lógica es ¿por qué es deseable una mujer así para éstos hombres autodenominados de “alto valor”? Porque así pueden ejercer control sobre ellas y sobre todo, no pueden ser “comparados”. Pareciera que tienen miedo de relacionarse con una mujer, con una persona que es capaz de decidir, de ser independiente, de decir lo que no le gusta y sobre todo, de pedir a cambio lo mismo que está dispuesta a dar. Pareciera que el objetivo de todos estos gurús del éxito masculino, no solo les venden a los jóvenes que el éxito radica en ser millonarios emprendedores, seguros, líderes y deportistas, sino que también se relacionen con otros hombres “de alto valor” que compartan la misma filosofía que raya en la misoginia y no sean capaces de relacionarse con mujeres de su edad, porque según estas ideas, la mujer va perdiendo valor según pasa el tiempo y gana experiencia en todas las áreas de su vida, situando a las que tienen más de 30, en una zona donde mientras más se desarrollan profesional y personalmente, más valor pierden según estos hombres-proyecto.
Estas ideologías no la dejan fácil para los hombres tampoco, pues siempre están en construcción, por eso son un proyecto permanente de “crecimiento” donde la trampa radica en que nunca llegarán a esa meta difusa que es ser un hombre de “alto valor” pero mientras descubren eso, siguen consumiendo ávidamente todo el material que éstos influencers les venden, con la promesa de darles los secretos para ser esos hombres que buscan ser, convirtiéndolos en réplicas de dichas figuras públicas que se autoerigen como exitosos.
Me parece que estamos en un momento donde las redes sociales lucran con una idea superficial de la salud mental y valiéndose de recetas infalibles para lograr el éxito, se aprovechan de las carencias afectivas de quienes buscan soluciones a sus malestares. Creo que debemos darle profundidad a los temas de salud mental y tomar con más cuidado de quién vienen dichos consejos y si son funcionales o no, para nosotros, recordando también que sí es necesario, siempre podemos tener una orientación personalizada de mano de los profesionales de la salud mental.
¡Hasta pronto! Recuerden que seguimos la conversación a través de nuestras redes sociales.
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